Madrid

Carlos Osoro: «Mientras no haya libertad religiosa, la libertad está cercenada»

Carlos Osoro / Será creado cardenal el 19 de noviembre.. La noticia le sorprendió. No se lo esperaba, pero Francisco le ha elegido. Con ello, Madrid vuelve a ser sede cardenalicia

Carlos Osoro
Carlos Osorolarazon

Será creado cardenal el 19 de noviembre. La noticia le sorprendió. No se lo esperaba, pero Francisco le ha elegido. Con ello, Madrid vuelve a ser sede cardenalicia

Entra en la sala con calma, pausado. Va saludando uno por uno a cada uno de los periodistas y miembros de su curia que le aguardan. No han pasado ni 24 horas desde que el Papa Francisco, al terminar el ángelus, le nombrara dentro de la lista de 12 nuevos cardenales que serán creados el próximo 19 de noviembre. «¡No hagas caso a la gente!», dijo al primero que le llamó para darle la noticia. No se lo creía. Los nervios le llevaron a derramarse el café. «¡Fue un desastre!», reconoce con una sonrisa. Con el anuncio del Papa, Madrid vuelve a ser sede cardenalicia.

–¿Le ha llamado Francisco para felicitarle?

–No lo sé, pero no creo. Ayer no pude coger todas las llamadas y tengo más de 600 mensajes y WhatsApps. No me ha dado tiempo a contestar a todos. Sí que tengo dos llamadas de números desconocidos, pero no creo que sea Francisco. Tiene muchas cosas que hacer.

–¿Qué supone este nuevo cargo?

–Es un servicio directo al Papa, fidelidad absoluta hasta dar la vida por él si hace falta. Mi tiempo no es para mí, sino para los demás. Yo no he venido aquí para veranear, sino a trabajar.

Antes del encuentro con LA RAZÓN, mientras responde a las preguntas de los periodistas, un activista entra en la sala al grito de «La Iglesia es el Diablo» y con un cartel que decía «La Iglesia mata». Monseñor Osoro no se altera. Todo lo contrario pide calma. «Dejadle hablar», dice. Momentos antes le había saludado, le había dado la mano.

–¿Cuál ha sido su primera reacción ante esta intromisión?

–Estuve tentado a levantarme, quería acercarme a él. Dialogar, pero me dijeron que era preferible que me quedara sentado. Este chico y mucha gente necesita que el rostro de nuestro Señor se acerque a él. Estas cosas me dan más ganas de salir a la calle a encontrarme con la gente.

–¿Qué importancia tiene en nuestra sociedad preservar la libertad religiosa? ¿qué le parecen las polémicas que se han generado en torno al velo?

–No entro en esas cuestiones, lo que me preocupa es la libertad verdadera. Como sostienen los derechos humanos, ésta se alcanza cuando también hay libertad religiosa. Mientras no haya libertad religiosa, la libertad está cercenada. Y libertad religiosa no es lo que yo pueda creer en el interior de mi vida, sino que públicamente también pueda expresar lo que creo, lo que hago, siempre que no vaya en contra de los demás y con el respeto total a los otros. Pero esa dimensión trascendente debe ser respetada y eso significa que pueda vivirse públicamente.

–Usted ha mostrado su cercanía con personas y partidos contrarios a la religión católica, ¿ha sido fácil?

–Me ha ayudado mi fe porque Nuestro Señor me pide que me encuentre con todos los hombres. Nuestro señor no vino a poner condiciones. Creo profundamente en la cultura del encuentro. No hay nadie que se resista cuando percibe de verdad el amor de Dios.

–¿Fue fácil convencer a la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para que acudiera a la celebración de la fiesta de La Almudena?

–Ella sabe que representa a todos y sabe muy bien dónde está.

–¿Qué opinión tiene de la situación de inestabilidad política que atravesamos?

–Naturalmente quiero, como todos los españoles, que se forme un Gobierno estable porque es muy importante para la buena convivencia de todos. Necesitamos un Gobierno creíble que pueda ayudar a la situación de tanta gente que está sufriendo las consecuencias del paro, de una convivencia dura y difícil, pueda arreglarse. Y así podamos vivir en paz, con el trabajo común y con la aportación de todos. Debemos tener como objetivo los derechos fundamentales del ser humano. Es lo que nos hace unirnos, aunque la versión de esta unión (en función del partido político) pueda ser distinta, pero todos buscamos lo mismo.

–¿Cuál es su valoración de las reformas de Francisco hasta este momento?

–Van enfocadas, fundamentalmente, hacia una Iglesia que sale al encuentro de todos los hombres, para entregar la noticia que rehabilita siempre al ser humano y rehabilita la convivencia. Da una plenitud especial para mirar al otro como hermano.

–Aún queda mucho por hacer...

–Naturalmente. Fíjate los siglos que han pasado y no lo hemos hecho.

–¿Qué papel debe tener la mujer en la nueva Iglesia de Francisco?

–Cuanto más nos fijemos en el papel de la Virgen que es la verdadera protagonista de dar rostro a Dios, descubriremos el papel que deben tener. Porque el ser humano más excepcional que ha existido es una mujer que se llamaba María.

Osoro no canta, pero lanza la frase de una canción de misa cuando le preguntan por el Papa Francisco. «Un nuevo sitio disponed para un amigo más» y añade: «Eso es lo que hace Francisco. Él no echa a nadie, mueve el sillón para los otros. Las críticas que recibe son de esas personas que no son capaces de moverse». Y es que, según monseñor Osoro, «el Papa es más querido que criticado». «No viváis de anécdotas –insiste–, leed sus documentos».