Cracovia

El Papa anima a los jóvenes a convertirse en la esperanza del mundo

El Papa Francisco ha animado a los jóvenes a ser esperanza y a transformar el mundo y ha "hacerlo más justo", durante su primera catequesis semanal después de la pausa estival, en la que ha recordado la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Río de Janeiro, Brasil.

Al inicio de su catequesis semanal, ha agradecido nuevamente a los brasileños, a sus autoridades, a sus parroquias y a las familias "su fraternal acogida", así como también a Dios y a la Virgen de la Aparecida "por las gracias alcanzadas".

Además, el Pontífice se ha dirigido a los jóvenes presentes en la plaza de San Pedro y ha resumido la experiencia de la JMJ en tres palabras: la acogida, que crea vínculos de amistad, que perduran sobre todo en la oración; fiesta, porque ha sido una fiesta de la fe;

y misión, porque Jesús envía a los discípulos.

En esta línea, el Papa ha asegurado que "cualquier joven puede ser una esperanza para Dios, y para los demás"y ha invitado a los jóvenes a ser esa esperanza y a atreverse a "transformar el mundo, a hacerlo más justo y más hermoso".

En su saludo a los peregrinos de lengua española, Francisco se ha detenido en particular en un grupo de oficiales de Colombia, así como en los fieles provenientes de España, Argentina, México y los demás países latinoamericanos y les ha invitado a que "la acogida, la fiesta y la misión vividas en Brasil no sean un mero recuerdo, sino el alma de las vidas y comunidades". Asimismo, a los peregrinos en lengua polaca, el Pontífice les ha recordado que la próxima JMJ será en la ciudad de Cracovia en 2016.

Por último, en su saludo a los peregrinos de lengua árabe se ha dirigido en particular a los provenientes de Irak, Jordania y Egipto

y les ha invitado a "unirse siempre a Cristo edificando su Reino con la fraternidad"y las obras de misericordia. Asimismo, ha añadido que "la fe es una fuerza potente capaz de hacer el mundo más justo y más bello". Por ello, les ha animado a ser "una presencia de misericordia de Dios"y a "dar testimonio al mundo de que las tribulaciones, las pruebas, las dificultades, la violencia o el mal no podrán nunca vencer"a Jesucristo, que venció la muerte.