Benedicto XVI

Hombre de Universidad

La Razón
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Hoy, el catolicismo español tiene como grandes referentes a los dos últimos Papas: Juan Pablo II y Benedicto XVI. En estos momentos, es inevitable la comparación. Pero ambos Pontífices son diferentes; por sus orígenes geográficos y sociales, por su formación y por el contexto que les ha tocado vivir. Desde el punto de vista de su formación, Benedicto XVI está dotado de una extraordinaria capacidad intelectual, que le permite aprehender y analizar la situación que le rodea. Por eso, detecta el pulso de la sociedad. En él sobresale su experiencia de hombre de Universidad; su perfil de académico y estudioso de la ciencia y la doctrina. Hombre colmado de erudición y sabiduría, posee sólidos conocimientos y emite acertados juicios sobre las corrientes de pensamiento. Y por ello está interesado y preocupado por la Verdad y el diálogo, dos elementos inseparables en el ambiente universitario. Es en el tema de una razón iluminada por la fe en donde Benedicto XVI ha logrado una insuperable altura intelectual. Para Benedicto XVI, poner en el centro de toda acción social la Verdad objetiva del hombre continúa siendo una necesidad ineludible; una Verdad reconocible, expresable y, dentro de ciertos límites, definible también con precisión. El Papa también advierte de que el diálogo es posible únicamente sobre la base de una identidad indiscutible, es decir, sólo cuando estemos verdaderamente seguros de nuestras propias convicciones.