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Roma

La calidez vence al frío

La Razón
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Río despertó ayer de nuevo con lluvia y frío. Grandes nubes negras escondieron durante todo el día las características colinas de la ciudad. Mientras Francisco acudía a Aparecida a celebrar la eucaristía, sus calles seguían en ebullición gracias a los peregrinos que desafiaron las malas condiciones meteorológicas y se echaron a las calles con su característico entusiasmo. En Copacabana aprovechaban para ultimar los preparativos de la fiesta de acogida de esta tarde y del viacrucis de mañana. En una de las principales cadenas de la televisión de Brasil se mostraban las imágenes de la llegada del Papa al Santuario de Aparecida y los comentaristas destacaban su cercanía, la sonrisa constante que se le dibuja en la cara y lo «carinhoso» que es. En las calles también es normal encontrarse con cámaras de televisión y con periodistas que hablan con grupos de jóvenes y les preguntan de dónde vienen, por qué están aquí y qué les parece Francisco. Al lado de la playa, los periodistas tienen su cuartel general en uno de los «media center» habilitados para que puedan desarrollar su labor. Entran y salen constantemente en busca de historias que trasladar al público. Dentro ocurre lo mismo que con los peregrinos: cada uno viene de un país, pero muchos de ellos se conocen porque han coincidido en otros muchos viajes de los anteriores pontífices. Entre tanto ajetreo he podido saludar a algunos amigos, que trabajan en medios de comunicación de distintos países. Todos coinciden en que esta JMJ es histórica y, a pesar de los pequeños problemas de logística que de vez en cuando se dan, están contentos por cómo transcurre todo.

Los jóvenes continúan pendientes cielo, del posible cambio de tiempo que ya se ha anunciado para los próximos días. Esperan que salga el sol y gozar de un poco de calor los últimos días. Aunque muchos de ellos dicen sentir ya calor, el calor del Papa. Y con eso les basta. Como dicen por aquí, sienten «saudade», es decir, añoranza o morriña de más palabras y gestos de Francisco.