Roma

La española madre Esperanza, beatificada ante miles de fieles

La monja española madre Esperanza de Jesús, fundadora de las congregaciones de las Esclavas e Hijos del Amor Misericordioso, fue beatificada hoy ante casi 14.000 fieles católicos en una misa presidida por el cardenal italiano Angelo Amato, en Perugia (centro de Italia).

La ceremonia, de dos horas y media de duración, tuvo lugar en el santuario del Amor Misericordioso de Collevalenza, en la ciudad italiana de Todi (Perugia), informaron los organizadores.

Al acto asistieron también el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, y los arzobispos de Pamplona y de Oviedo, Francisco Pérez y Jesús Sanz Montes, respectivamente, según confirmó a Efe una fuente de la organización.

Madre Esperanza nació el 30 de septiembre de 1893 en Murcia en el seno de una familia humilde y fue la primera de nueve hermanos.

A sus 12 años, recibió de Santa Teresa del Niño Jesús el cometido de transmitir la devoción del amor misericordioso de Dios al mundo, según informa el portal religioso "Collevalenza.it", .

A los 21 años decidió entregar su vida al servicio de la Iglesia y, desde el año 1924, colaboró con el Padre Arintero, sacerdote dominico de Salamanca, y escribió en la revista mensual "La vida sobrenatural".

No fue, hasta el 24 de diciembre de 1930, la Noche de Navidad, cuando fundó la Congregación de Esclavas del Amor Misericordioso, en un piso alquilado de Madrid.

En 1936 se trasladó a Roma, donde ayudó y asistió a los heridos de la II Guerra Mundial.

Fue en la Ciudad Eterna donde fundó la Congregación de los Hijos del Amor Misericordioso el 15 de agosto de 1951.

Murió en Collevalenza el 8 de febrero de 1983, a los 89 años.

El proceso de canonización de la madre Esperanza comenzó el 8 de febrero de 1988, y el 23 de abril de 2002, Juan Pablo II le otorgó el título de "venerable", después de reconocer sus "virtudes heroicas", primer paso hacia la santidad.

El 5 de julio de 2013 el papa Francisco aprobó el decreto para su beatificación, después de que la Iglesia le reconociera la curación milagrosa de un niño enfermo.