La sucesión de Benedicto XVI

La renovación pasa por los jóvenes

El Papa pide que las nuevas generaciones sean «protagonistas» en la vida de la Iglesia

Los jóvenes de Brasil toman el relevo de la cruz, durante la JMJ de Madrid
Los jóvenes de Brasil toman el relevo de la cruz, durante la JMJ de Madridlarazon

Uno de sus primeros retos cuando inició su pontificado fue prepararse para la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia. La iniciativa puesta en marcha con Juan Pablo II no tuvo estación de llegada.

Uno de sus primeros retos cuando inició su pontificado fue prepararse para la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia. La iniciativa puesta en marcha con Juan Pablo II no tuvo estación de llegada. De ahí saltó a Sídney y, tras esta mirada a Oceanía, el Papa alemán aterrizó en Madrid. Con la tormenta de Cuatro Vientos. Con los universitarios y las religiosas en El Escorial. Con los niños en la Fundación San José. Pero, sobre todo, con los jóvenes. Se dudaba de la «química» entre uno y los otros cuando se vislumbraba la jornada alemana. Pero sus palabras despejaron el espesor de la niebla que en el Marienfeld. Se ponían los cimientos de la «Generación Benedicto XVI».

Ayer se daba a conocer el mensaje dirigido a los fieles de Brasil con motivo de la Campaña de Fraternidad que tiene lugar en ese país todos los años durante la Cuaresma. Y el Papa, que anunció en España que Río de Janeiro sería la sede del encuentro de jóvenes este verano, quiso tenerlos presentes también antes de dar por cerrado su pontificado. «Los "signos de los tiempos", en la sociedad y en la Iglesia surgen también a través de los jóvenes; menospreciar estos signos o no saberlos discernir es perder ocasiones de renovación», recuerda en un documento en el que, de forma categórica, señala que «si están presentes estarán también en el futuro. Queremos jóvenes protagonistas integrados en una comunidad que los acoge, demostrando la confianza que la Iglesia deposita en cada uno de ellos».

El Santo Padre no se queda ahí, sino que marca el camino que ha de seguirse para poder dar el relevo a las nuevas generaciones: «Requiere de guías –sacerdotes, consagrados o laicos– que permanezcan nuevos por dentro, no importa la edad, que puedan hacer camino sin imponer direcciones, mostrando empatía solidaria, dando testimonio de salvación». Ésa es la juventud del Papa. Éste también es el Papa de la juventud.