Conciliación

«Sacamos el mayor partido a las prendas del uniforme»

Los padres del colegio Tajamar organizan un ropero que ayuda a muchas familias

En el colegio Tajamar, en Vallecas (Madrid), las familias se organizan para mantener un ropero para reutilizar los uniformes
En el colegio Tajamar, en Vallecas (Madrid), las familias se organizan para mantener un ropero para reutilizar los uniformeslarazon

- La Iglesia católica ha insistido siempre en la importancia de la iniciativa de padres y emprendedores para que las familias puedan dar a sus hijos la educación que desean. En el Colegio Tajamar, en la madrileña zona de Vallecas, es la iniciativa de las familias la que ha puesto en marcha un ropero de uniformes.

«Llevaba tiempo almacenándose ropa, que de vez en cuando un profesor entregaba a una familia», explica Carmen Limón, madre de cinco hijos. «Se nos ocurrió a una amiga y a mí, organizar toda la ropa, dividirla por tallas, presentarla adecuadamente y ofrecérsela sistemáticamente a las familias que más lo necesitasen». Se trata, «a través de la donación, de sacar el mayor partido posible a las prendas del uniforme y facilitar a familias con menos recursos que puedan disponer de ellos».

No es una obra tremendamente visible, pero sí una gran ayuda para muchos padres. Con este ropero, «damos una oportunidad a las familias que no tienen los suficientes recursos. Es una acción solidaria y desde el punto de vista cristiano también una obra de caridad. Cristo nos enseña a amar al prójimo como a uno mismo. Damos cumplimiento a este mandato divino, por ejemplo, a través del ropero. Y los padres del colegio también desarrollamos otras iniciativas, como chocolatadas solidarias», explica Carmen.

En las parroquias saben que un ropero es mucho más complicado de gestionar que una despensa o almacén de alimentos y da mucho trabajo: la ropa debe clasificarse, cuidarse, doblarse... A Carmen le ayudan su marido y sus hijos. «Para nosotros es muy importante que nuestros hijos colaboren. Siendo solidarios reciben una educación con valores muy importante. Además consideramos fundamental la transmisión de la fe a nuestros hijos, y eso implica ayudar al necesitado. Les hacemos partícipes de esa generosidad hacia los demás».

Este tipo de actividades va más allá de la generosidad monetaria. «Se trata de ofrecer tiempo, dar cariño a las familias, ofrecer felicidad»: hay que estar ahí y escuchar. Tajamar es un centro de educación diferenciada de ideario católico con muy buenos resultados en una zona socioeconómicamente difícil.

Los padres del colegio también desarrollan actividades que promuevan la amistad y la espiritualidad. «Este año hemos estado ahorrando dinero para peregrinar a Fátima junto con otras familias, y así vivir todos juntos la fe», detalla Carmen.