Salud

¿Qué es la enuresis nocturna?

Se considera una patología a partir de más de cuatro noches al mes durante tres meses

Un niño durmiendo, en una imagen de archivo
Un niño durmiendo, en una imagen de archivolarazon

La enuresis es la pérdida involuntaria de orina en niños mayores de cinco años durante el sueño. Es una de las consultas más frecuentes del urólogo pediátrico puesto que afecta no solo al niño sino a todo el entorno familiar. Como comentan muchas madres es un martirio, tanto para el niño como los padres (utilización de pañales, lavado diario de sábanas, interrupción del sueño) y puede acabar minando la moral de ambos.

Se considera patológico cuando se orinan en la cama más de cuatro noches al mes durante, al menos, tres meses consecutivos, aunque el paciente típico suele orinarse en la cama prácticamente todas las noches.

Hay que distinguir si la enuresis es primaria (nunca ha tenido continencia durante seis meses seguidos) frente a la enuresis secundaria (ha tenido períodos de continencia durante seis meses).

Hasta hace muy poco tiempo se pensaba que los menores se orinaban por un problema psicológico, sin embargo, en el 90% de los casos ocurre por una causa física que suele corresponder a un retraso en la maduración de su vejiga o a una mayor producción de orina durante el sueño.

El suplicio que padecen estos niños cada noche puede repercutir negativamente en el rendimiento escolar del menor, además de alterar sus relaciones sociales, pues son pequeños que evitan acudir a casas de amigos, vacaciones, o campamentos de verano.

La enuresis nocturna suele ser hereditaria y es muy probable que el padre o la madre también sufrieran el mismo proceso durante su infancia. En España hay 500.000 menores que sufren este problema y sólo un 20% de los niños son tratados por un urólogo, a pesar de que se puede “curar” casi el 100% de los casos con el tratamiento adecuado.

El tratamiento se basa en la reeducación miccional con micción frecuente, restricción de líquidos dos-tres horas antes de acostarse, dispositivos de alarma y fármacos. La mayoría de los casos se suelen resolver satisfactoriamente.

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