Salud
Colonoscopias más eficaces gracias a la inteligencia artificial
El uso de las nuevas tecnologías refuerza el papel del endoscopista al señalarle aquellas zonas que le parecen sospechosas
El avance de la tecnología sanitaria es un hecho que está en constante crecimiento. No es ciencia ficción. De hecho, el Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla ha servido de campo de prueba de un sistema de inteligencia artificial –Gi Genius de Medtronic– aplicada a la colonoscopia para la detección de pólipos colónicos. En concreto, se ha probado en el centro sevillano con más de cien pacientes durante el último mes. «Este modelo se ha diseñado para poder aumentar la tasa de detección de pólipos (no otras lesiones como úlceras o alteraciones vasculares) cuando se realizan colonoscopias; si bien, se quiere ampliar su uso próximamente para otros tramos digestivos, fundamentalmente para el estómago en las gastroscopias», explica Javier Romero Vázquez, especialista del Servicio de Aparato Digestivo y Endoscopia del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa de Sevilla, quien hace hincapié en que, además de ayudar a detectar los pólipos en el colon, los nuevos modelos permitirán en un futuro muy próximo valorar las características de esos pólipos o, lo que es lo mismo, orientar hacia el diagnóstico histológico previo a la resección y valoración por el patólogo».
Las ventajas de la utilización de este sistema, por tanto, resultan notables, ya que el estudio de validación del primer sistema de inteligencia artificial comercializado mostró que el dispositivo era más rápido que el ojo humano del endoscopista en el 82% de los casos. Además, según confirma Romero Vázquez, «posee una capacidad de certeza o sensibilidad de la técnica en la detección de pólipos del 99,7%», aunque son necesarios más estudios al respecto.
La implementación de la inteligencia artificial todavía resulta algo experimental en las unidades de endoscopias, pero, ¿cómo se utiliza en este terreno? En concreto, tal y como detalla el experto, «ayuda al endoscopista, en tiempo real durante la exploración, a resaltar zonas donde aparentemente el sistema cree que existe un pólipo, marcándolo con un recuadro en color. Posteriormente, al acercarnos a dicha zona mantiene o no el recuadro si sigue entendiendo que se trata de un pólipo o desaparece si es un posible artefacto o estructura pseudopolipoidea (burbuja, pliegue mucoso, etc.)».
El cáncer de colon se convierte, actualmente, en el único que puede prevenirse gracias al empleo de la detección precoz de lesiones que potencialmente pueden derivar en tumor, de ahí la importancia de mejorar los sistemas de diagnóstico gracias a las nuevas tecnologías. «La neoplasia de colon surge a través de pólipos que crecen y degeneran hasta que un día se convierte en una lesión precancerosa o displásica y finalmente en su evolución termina siendo un tumor de colon. Es la conocida frecuencia adenoma-carcinoma que supone más del 95% de las neoplasias colónicas», explica Romero Vázquez, quien recuerda que «la colonoscopia permite la identificación de estos pólipos y resecarlos (eliminarlos) en el mismo acto endoscópico para su estudio histológico por el patólogo, evitando así que esos pólipos puedan convertirse en un futuro en un cáncer de colon. A efectos prácticos, da igual en qué momento de esta secuencia resequemos o extirpemos el pólipo, si lo hacemos antes de su estadio final habremos evitado la aparición de un cáncer de colon».
De esta manera, la colonoscopia se convierte en la herramienta principal para prevenir la aparición del cáncer de colon, lo cual resulta muy importante porque se trata del segundo tumor más prevalente en la población en ambos sexos (sólo por detrás del de próstata en el hombre y del de mama en la mujer). «De ahí la importancia de las colonoscopias de prevención, cribado o screening con una periodicidad establecida que no será nunca fija, pero que en ausencia de hallazgos de pólipos y buen grado de limpieza pueden establecerse cada cuatro-cinco años», recomienda Romero Vázquez.
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