España rectifica de nuevo y suma 35 muertos más en la última semana pero eleva en 283 la cifra total

Las cuentas siguen sin cuadrar de nuevo hoy en el balance del Ministerio de Sanidad. Si ayer eliminó de un plumazo del conteo total casi 2.000 fallecidos porque “eran casos sospechosos pero no confirmados”, hoy ha añadido 283 más que ayer, pese a que se han notificado solo 35 nuevas defunciones. Hoy, la cifra total de fallecidos asciende a 27.117.

El director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha explicado que ese incremento corresponde a “casos antiguos a los que había que adjudicarles fecha de defunción”. Estos saltos en las series de datos, ha proseguido, “van a seguir, porque tenemos algunos cientos de fallecidos que hay que saber ubicar a lo largo de la epidemia. Algunos son antiguos, otros se van a retirar de la catergoría de muertos por coronavirus porque no se ha confirmado su diagnóstico y otros tenenos que reubicarlos”.

Antes de proseguir con la explicación de los datos epidemilógicos, Simón ha querido hacer una “reflexión”. El Gobierno ha decretado 10 días de luto oficial por las víctimas mortales de esta pandemia, que comenzarán a partir de mañana. “Todos los españoles nos sentiremos orgullosos de poder cumplir minutos de silencio, hay que hacerlo por los fallecisos, sus familias y los han tratado de salvarles la vida”, si bien ha recordado que “debemos sumarnos, pero mantienendo las medidas de seguridad adecuadas”.

Respecto a los casos detectados, ayer se diagnosticaron 194 nuevos infectados, la enorme mayoría (115) en Cataluña. Le sigue Madrid con 43, Valencia con 8, Canarias con 6, País Vasco con 5, Castilla y León con 4 y 3 en Galicia y la Rioja respectivamente. En el resto se han diagnosticado únicamente entre 0 y 2. “Progresivamente vamos teniendo más parte del territorio en situación favorable, aunque también es verdad que son zonas con una concentración menor de población que aquellas que presentan una mayor incidencia”, ha apuntado el epidemiológo. Con respecto a los datos hospitalarios, 256 personas han requerido hospitalización en los últimos siete días y otros 12 ingreso en las Unidades de Cuidados Intensivos.

El congreso evangelista no entraba en el “paquete” de eventos permitidos

Ahora que una jueza está investigando al delegado del Gobierno en Madrid por un presunto delito de prevaricación por permitir la manifestación feminista del 8 de marzo, ha vuelto a salir a la palestra por qué se celebró si ya el 6 de marzo la directora de Salud Pública, Pilar Aparicio, emitió un comunicado en el que instaba a suspender “eventos multitudinarios de cualquier tipo”. Esta fue la razón por la que se canceló el congreso evangelista que estaba programado el 19 de marzo en Madrid, entre otros. Preguntado por los criterios que avalaron el el 8-M y no el congreso religioso Simón ha detallado que “antes del 6 de marzo, concretamente el día 2, el Ministerio de Sanidad informó de un oficio que recomendaba ciertas actuaciones en los centros sociosanitarios, la celebración de eventos deportivos a puerta cerrada y la de no realizar, por un lado, eventos de masas con participación de personas procedentes de zonas en aquel momento consideradas de riesgo y, por otro, congresos médicos para que el personal sanitario no estuviera o en su puesto o puiera infectarse”. Estas actuaciones se hicieron según el director del Centro de Alertas Sanitarias “por prevención”. Posteriormente

En su relato, ha recordado que posteriormente se tuvo información de un brote de casos asociados a un funeral en el País Vasco y de otro en Madrid, vinculado a una iglesia evangélica. En las reuniones que tuvo Sanidad y Simón con este colectivo religioso para tratar de esclarecer el origen del foco, les trasladaron que había programado un evento “con la participación de personas de 120 países, entre ellos algunos considerados de alto riesgo, por eso Salud Pública hizo esa recomendación de suspenderlo”. Y Simón ha defendido que el 8-M no cumplía esas características, “no estaba en ese paquete” y que posteriormente se ha comprobado que “no tuvo un impacto en la epidemia”.

La explosión de casos que se detectó tan solo un día después, el 9 de marzo, no están vinculados a lo que pasó el día anterior, ha aclarado Simón, sino a infecciones que tuvieron lugar entre el 20 y el 25 de febrero, teniendo en cuenta que “hay un periodo de incubación de una media de seis días, que en aquella época se tardaba en ir al medico al menos otros seis y se tardaba en haver el diagnóstico otros dos”.