Identificación de cadáveres
Covid-19
El análisis de las aguas residuales, útil también para destapar pacientes asintomáticos
Además de predecir brotes, su análisis sirve para localizar casos de personas infectadas por el coronavirus sin síntomas y evitar así su transmisión
Es un gesto mecánico –ir al baño y, al terminar, tirar de la cadena– pero esta acción tan sencilla puede, sin embargo, convertirse en una inesperada, rápida y masiva prueba diagnóstica de Covid-19. Y es que las aguas negras se han destapado como un arma más en la guerra contra la pandemia. Tras meses estudiando su posible utilidad en este sentido, los expertos concluyen que su análisis es capaz de adelantar futuros brotes.
Así lo aseguran desde la Comunidad de Madrid, que hace unos días dio a conocer su proyecto en esta línea y que, dicen, equivaldría a hacer decenas de miles de PCR a la población. «Después de varias semanas de seguimiento de resultados y trabajando en paralelo con los datos asistenciales hemos observado que, a nivel global, existe una correlación robusta entre los niveles de coronavirus en aguas residuales y el número de ingresos hospitalarios», cuentan a A TU SALUD desde la Viceconsejería de Salud Pública y Plan Covid-19 de Madrid, y predecirlo con una antelación de 24-48 horas.
«De los más de 400.000 pozos existentes en la región se han seleccionado 293 puntos de muestreo en redes de alcantarillado y estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) atendiendo a criterios de idoneidad, como su distancia a la zona de influencia a muestrear, que represente a un gran número de personas y que sean accesibles y seguros para el personal que tiene que tomarlas», explica Juan Sánchez, director de Innovación e Ingeniería del Canal de Isabel II, quien apunta que cada día de la semana se testan 60 pozos. También el momento en el que se hace es importante, así «se vio que la mejor franja horaria era por la mañana, entre las 8 y las 12 de la mañana para que fueran aguas características de la población», añade.
Una vez recogidos los datos, éstos se pasan a la Consejería de Sanidad que se encarga de analizarlos: «Los resultados cuantitativos no son los más importantes, porque puede depender de aspectos como las lluvias, horas de sol, etc. y lo que analizamos fundamentalmente son las tendencias», aseguran desde la Viceconsejería.
Primero en Valencia
Pero, éste no es ni el primero, ni el único proyecto de este tipo en ponerse en marcha en nuestro país, aunque sí el más ambicioso tanto por el número de puntos de muestreo como por la población a la que se presta servicio, que supera los 6,5 millones de habitantes. Valencia fue la primera ciudad de España en ponerse a testar sus aguas negras y en comprobar su valor. «En la capital de Valencia la empresa Global Omnium en colaboración con la Generalitat Valenciana y nuestro grupo lleva realizando un monitoreo del alcantarillado de la ciudad desde principios de mayo», confirma Gloria Sánchez, investigadora del Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos (IATA-CSIC).
Y su experiencia no puede ser más favorable: «Puede detectar un repunte de casos hasta 15 días antes de que se produzca. Un ejemplo práctico fue hacia el 10 de septiembre, que vimos que empezaban a ascender las detecciones por PCR en las aguas residuales y hasta fi nales de mes no se vio un repunte de casos, casi a principios de octubre. Esto es, 15 días antes de haber detectado casos tenemos una secuencia que nos permite adelantarnos», confi rma Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph). Ahora están «afinando» su aplicación.
«Nosotros estamos actualmente con un proyecto piloto monitorizando las aguas residuales de residencias en Valencia. Estamos tratando de valorar si en los colectores fi nales hay virus y, en ese caso, hacer un cribado de toda la residencia. Es un estudio preliminar y necesitamos más tiempo para confirmar los resultados. Tenemos 18 residencias, hacer tests a todos los residentes es un coste alto, de ahí el muestreo de aguas residuales», cuenta Ortí.
Material de valor
También en Cataluña, Murcia, Canarias, Valladolid o Asturias hay iniciativas similares y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico lleva realizando análisis de las aguas residuales de 30 EDAR distribuidas por todo el país desde mediados de julio dentro del proyecto de Vigilancia microbiológica en aguas residuales y aguas de baño como indicador epidemiológico para un sistema de alerta temprana para la detección de SARSCoV-2 en España.
Las primeras noticias de que se podía detectar el virus en aguas residuales se conocieron en el mes de marzo, una empresa holandesa fue la primera en encontrar restos del virus en ellas, cuenta Juan Sánchez, quien puntualiza que «no es el coronavirus en sí, sino restos del virus». «Las aguas residuales son un buen indicador de lo que está ocurriendo en la comunidad y en la sociedad», subraya Jordi Vila, presidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).
De hecho, además de como sistema de alerta para predecir brotes, los expertos señalan otros usos para este tipo de mediciones también muy valioso: el descubrimiento de casos asintomáticos, pues sirve para detectar el coronavirus en poblaciones donde no hay aún casos reportados «si la información se transmite de manera rápida a las autoridades competentes. Hay varios trabajos que demuestran que se detectaba trazas de material genético de SARS-CoV-2 en aguas residuales de una población antes de que hubieran casos clínicos diagnosticados. También se ha visto en campus universitarios americanos, detección en aguas que han permitido detectar casos asintomáticos entre los estudiantes del mismo», apunta Gloria Sánchez. «Esto es así porque cuando empieza a circular en determinados ámbitos, hasta que nos damos cuenta pasa un tiempo, como en el caso de personas asintomáticas, o en ámbitos como los universitarios o cuando se volvió de vacaciones. Se adelanta a la presencia de síntomas», añade Ortí.
Para detectar otras enfermedades
Además, el análisis de las aguas residuales puede abrir una nueva vía de estudio para la Salud Pública, ya que de manera habitual contienen restos biológicos de todo tipo de virus: rotavirus, adenovirus, hepatitis, etc. De hecho, y como señala Gloria Sánchez, a día de hoy ya se usa para rastrear «poliovirus y para otros virus de transmisión fecal, norovirus, virus de la hepatitis A, etc., pero más a nivel de investigación».
«Nuestro proyecto se ha puesto en marcha para detectar la presencia de coronavirus aunque se podría utilizar para cualquier otro virus», confirman desde la Viceconsejería de Sanidad de Madrid. «Se podría usar para rastrear otras enfermedades, supongo que sí, pero hay que ver también si es eficiente y si tiene valor hacerlos», concluye Ortí.
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