Tribuna

Mejor calidad de vida con comunicación y humanización

«Es necesario potenciar la comunicación en cada área del hospital para que la relación con el paciente sea más directa»

Desde el inicio de la crisis se han puesto en marcha mecanismos de comunicación en los centros del Grupo Casaverde
Desde el inicio de la crisis se han puesto en marcha mecanismos de comunicación en los centros del Grupo CasaverdeNatxo Martinez

La forma en que el paciente establece una conversación para dar a conocer sus dolencias, y en la que el facultativo observa las expresiones de quien va en busca de ayuda, su mirada, su tono de voz o el lenguaje no verbal de sus expresiones, constituyen un canal de comunicación donde el profesional de la sanidad -si conoce a fondo las claves de una comunicación eficaz con el paciente- puede beneficiarse de estas habilidades para un diagnóstico más certero, un tratamiento más adecuado, y un grado de satisfacción más alto en los procesos de mejora.

Una comunicación fluida con el paciente siempre resulta de gran ayuda en el recorrido por las distintas fases de la enfermedad. En la fase aguda, en la que el paciente se encuentra en una situación de angustia e incertidumbre, necesita, junto al diagnóstico, sentirse comprendido y animado, esperanzado, depositando su confianza en otro ser humano al que considera con razón un experto en la materia. En la fase postaguda, durante el periodo de convalecencia o rehabilitación, va a necesitar una fuerte motivación para superar las secuelas o déficits funcionales que pueda presentar; durante esa fase necesitará adoptar actitudes más proactivas, por lo que transmitirle confianza en sus propias capacidades resultará vital. Finalmente, en la fase crónica deberá seguir unas pautas en las que habrá que empoderarle para trabajar en su autocuidado con un seguimiento próximo y cercano. En todas las fases habrá que trabajar igualmente con el familiar más cercano que resultará clave para obtener ese clima de serenidad, ánimo y motivación. La familia juega un papel muy importante en los procesos de recuperación ya que es un apoyo fundamental tanto en lo físico como en lo emocional. El grado de recuperación es mayor si la familia está cerca del paciente y acompaña las pautas y procesos que marcan los profesionales sanitarios.

Tampoco podemos olvidar a las personas que se encuentran en residencias de mayores donde buscar su proximidad, afecto y cercanía resultará esencial en la obtención de una mayor calidad de vida, objetivo que dota de sentido el trabajo en estos centros.

En cuanto a los sistemas y canales para conseguir una buena interconexión entre el paciente/usuario, los profesionales sanitarios y las familias, no cabe la menor duda de que la proximidad física es clave. Sin embargo, la actual pandemia de la Covid-19 ha acelerado la utilización de todos los sistemas de comunicación a distancia. Desde el inicio de la crisis sanitaria se han puesto en marcha mecanismos de comunicación para que los pacientes/residentes en sus centros y hospitales mantuvieran una estrecha comunicación constante, estructurada en la semana, a través de videollamadas, llamadas de teléfono y utilización de plataformas on-line que han permitido a las familias establecer diálogo y conversación con sus mayores, y lo que es más importante, poder conocer cómo se encuentran físicamente por aquello de ver sus caras, sus gestos y sus miradas, además de oír sus palabras.

Esto forma parte de la personalización de nuestra sanidad y asistencia social, y es donde comunicación y humanización se dan la mano para conseguir que la palabra, la voz, el lenguaje, los gestos formen parte del código de conducta de las personas que están ingresadas en un centro, que potencia que las personas estén tratadas con dignidad, responsabilidad y respeto, que permita humanizar los entornos sanitarios.

Un porcentaje alto de nuestra salud está estrechamente relacionada y condicionada por nuestro entorno y si éste es agradable puede reducir notablemente el estrés de los pacientes y de los profesionales que los atienden. Crear espacios que favorezcan el bienestar, la calidez y las buenas sensaciones, mejorarán la calidad de vida y acelerarán los procesos de curación y rehabilitación de las personas.

Cada vez se tiene más en cuenta la arquitectura de nuestros hospitales, el diseño, los entornos, la vida en común y la privacidad, según los casos. Si el entorno es adecuado tiene un efecto terapéutico sobre el paciente, que por encima de todo es persona que interactúa con el espacio físico, con los ambientes, con los profesionales del centro y con las propias familias que se integran en estos espacios.

A su vez, si potenciamos la comunicación interna y externa de estos espacios con plataformas y aplicaciones on-line que nos ayuden a mantener informados a pacientes y familiares, todo irá avanzando. Es necesario potenciar la comunicación dentro del hospital en cada una de las áreas y departamento del centro, para que a su vez la relación con el paciente sea más directa y más cercana.

La comunicación ayuda a la humanización de los lugares donde se cuida de nuestra salud y potencia la calidad de vida de las personas como una terapia más dentro del engranaje de la sanidad, de los pacientes y los profesionales que atienden a estos.