Pandemia

Vacunas e inmunidad natural

Es lógico que se atienda en primer lugar a las personas que aún no se han infectado, y no a quienes están protegidos por la vacuna «natural»
Es lógico que se atienda en primer lugar a las personas que aún no se han infectado, y no a quienes están protegidos por la vacuna «natural»LA NACION / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTOLA NACION / ZUMA PRESS / CONTACT

Se habla mucho de inmunizar con las vacunas, y es bueno que así sea, pero se olvida que buena parte de la ciudadanía tiene ya adquirida la inmunidad como consecuencia de haber pasado la enfermedad. Estudios recientes subrayan que esa «inmunidad natural» no se pierde, sino que dura al menos 13 meses, el tiempo transcurrido desde que se contagiaron los primeros afectados. Podría durar más, pero de momento aún no se tiene constancia de ello.

Sí que han comprobado también que cuando un contagiado vuelve a contactar con el virus, su inmunidad natural responde incrementando los anticuerpos, de ahí que el roce con el patógeno tras la primera infección «se curse sin síntomas en la mayoría de los casos». Luego, a la hora de priorizar las vacunas, es lógico que se atienda en primer lugar a las personas que aún no se han infectado, y no a quienes están protegidos por la vacuna «natural».