Salud

¿Es mejor dormir con la persiana bajada o subida?

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PersianasLa Razón

El uso de persianas en gran parte de Europa suele ser algo residual salvo en España, donde muchos de los que comparten cama han discutido alguna que otra vez sobre si dormir con la persiana echada o subida. Al final uno terminará cediendo por cabezonería del otro. Pero, ¿qué es mejor para la salud?, ¿hay algún motivo científico que se debería valorar?

Este es el interrogante que se planteó un equipo de investigadores de la Universidad de Northwestern, en Illinois. Y los resultados, publicados hoy en la revista científica “PNAS”, hablan por sí solos: hay que cerrar las persianas, correr las cortinas y apagar todas las luces antes de acostarse, ya que la exposición a una iluminación ambiental moderada durante el sueño nocturno aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes al aumentar la resistencia a la insulina a la mañana siguiente.

Ya hay evidencia de que la exposición a la luz durante el día aumenta la frecuencia cardíaca a través de la activación del sistema nervioso simpático que acelera las pulsaciones y aumenta el estado de alerta para enfrentar los desafíos del día.

“Una sola noche de exposición a la iluminación moderada de la habitación durante el sueño puede afectar la glucosa y la regulación cardiovascular, que son factores de riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y síndrome metabólico”, afirma en el estudio la Dra. Phyllis Zee, jefa de Medicina del sueño en la Facultad de Medicina Feinberg de la citada universidad y médico del Northwestern Medicine.

Este estudio demuestra que “también hay un efecto similar cuando la exposición a la luz sucede durante el sueño nocturno”, añade.

La frecuencia cardíaca aumenta cuando uno duerme en una habitación iluminada, ya que el cuerpo no puede descansar adecuadamente. “Hemos demostrado que el ritmo cardíaco aumenta cuando se duerme en una habitación moderadamente iluminada. Aunque estés dormido, tu sistema nervioso autónomo está activado. Eso es malo”, incide la Dra. Daniela Grimaldi, coautora y profesora asistente de investigación de Neurología en la Northwestern, que recuerda que, “por lo general, la frecuencia cardíaca, junto con otros parámetros cardiovasculares, son más bajos durante la noche y más altos durante el día”.

Por qué puede provocar diabetes y obesidad

Los investigadores encontraron que la resistencia a la insulina ocurrió la mañana después de que las personas durmieran en una habitación iluminada. La resistencia a la insulina es cuando las células de los músculos, la grasa y el hígado no responden bien a la insulina y no pueden usar la glucosa de la sangre como energía. Para compensarlo, su páncreas produce más insulina. Con el tiempo, su nivel de azúcar en la sangre aumenta.

Un estudio anterior publicado en “JAMA Internal Medicine” analizó a una gran población de personas sanas que estuvieron expuestas a la luz durante el sueño. Tenían más sobrepeso y obesidad, dijo Zee.

“Ahora estamos mostrando un mecanismo que podría ser fundamental para explicar por qué sucede esto”, dijo Zee. “Mostramos que está afectando su capacidad para regular la glucosa”, añade.

Los participantes en el estudio no estaban al tanto de los cambios biológicos en sus cuerpos durante la noche. “Pero el cerebro lo detecta”, precisa Grimaldi. “Actúa como el cerebro de alguien cuyo sueño es ligero y fragmentado. La fisiología del sueño no está descansando tal y como se supone que debe hacerlo”, recuerda.

Y pese a las consecuencias para la salud, la exposición a la luz artificial durante el sueño es común, ya sea de dispositivos emisores de luz en interiores o de fuentes fuera del hogar, particularmente en grandes áreas urbanas. De hecho, una proporción importante de personas (hasta un 40%) duerme con una lámpara de noche encendida o con una luz encendida en el dormitorio y/o con la televisión encendida, estima el estudio.

“Además del sueño, la nutrición y el ejercicio, la exposición a la luz durante el día es un factor importante para la salud, pero durante la noche mostramos que incluso una intensidad de luz modesta puede afectar a la salud cardíaca y endocrina”, afirma Zee.

El estudio probó el efecto de dormir con luz moderada (100 lux) en comparación con luz tenue (3 lux) en los participantes durante una sola noche. Los investigadores descubrieron que la exposición moderada a la luz hacía que el cuerpo entrara en un estado de alerta más alto. En este estado, la frecuencia cardíaca aumenta, así como la fuerza con la que se contrae el corazón y la velocidad a la que se conduce la sangre a los vasos sanguíneos para que fluya sangre oxigenada.

“Estos hallazgos son importantes en particular para quienes viven en sociedades modernas donde la exposición a la luz nocturna interior y exterior está cada vez más extendida”, dice Zee. Por eso resulta esencial no encender las luces al dormir, y si necesita tener una luz encendida que sea una luz tenue pero no blanca o azul.