Eficiencia hídrica
Cómo aprovechar el agua de la diálisis
Los hospitales reutilizan este recurso hídrico únicamente para el riego por goteo para evitar problemas con la Legionella
La OMS establece que el consumo medio diario de agua por persona debería estar en 100 litros. En España, sin embargo, el consumo hídrico asciende a 133 litros por habitante y día, según la última Estadística sobre el Suministro y Saneamiento del Agua del INE. Y pese a que el consumo sigue siendo demasiado elevado, lo cierto es que es un 2,2% inferior al registrado en nuestro país en 2016.
Y es que cada vez son más las iniciativas que se ponen en marcha para tratar de reducir el consumo hídrico. En el caso de los hospitales una de estas medidas es mediante su reutilización. Así, los hospitales universitarios Infanta Elena de Valdemoro y el General de Villalba, en la Comunidad de Madrid, emplean el agua de rechazo de las diálisis para el riego por goteo de sus jardines.
La diálisis es un tratamiento mediante el cual se extraen toxinas y el exceso de agua de la sangre. Se utiliza como terapia renal cuando los riñones fallan.
«En la hemodiálisis la sangre del paciente pasa a través de una máquina con un filtro. En este se produce la depuración cuando la sangre del paciente a través de una membrana semipermeable, se pone en contacto con un líquido estéril con unas características bioquímicas determinadas. A través de la difusión y la convección, la sangre del paciente queda limpia de las sustancias tóxicas. Para la composición de este líquido de diálisis es necesario el uso de agua común del Canal de Isabel II que, tras múltiples procesos de limpieza y depuración, se convierte en lo que denominamos ‘’agua ultrapura’', apta para entrar en contacto con la sangre del paciente», explica la doctora Laura García-Puente Suárez, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario Rey Juan Carlos.
Según el tipo de diálisis, la necesidad de agua varía. En la hemodiálisis on-line (un tipo de técnica que proporciona una gran cantidad de transporte convectivo y en la que el líquido de sustitución se produce de forma simultánea a partir del propio liquido de diálisis), «se necesita más cantidad de agua que para la convencional», afirma García-Puente. En concreto, «los equipos que tenemos utilizan unos 207 litros por tratamiento para los que se someten a diálisis on-line y 150 para la estándar», precisa la doctora Rosa Sánchez, jefa del Servicio de Nefrología del Hospital Universitario General de Villalba.
El agua de rechazo de estas hemodiálisis es la que emplean para el riego por goteo de los jardines de los propios hospitales. Para ello, «se trasiega el agua a un depósito nodriza y de este, por gravedad, se acumula en un depósito en el edificio industrial», detalla Jorge Álvarez, jefe de Mantenimiento del Hospital Universitario Infanta Elena; que recuerda que «está prohibido utilizar el agua recuperada dentro del hospital. Su uso ha de ser exclusivo para riego por goteo para evitar problemas con la Legionella».
En el caso del Hospital Universitario General de Villalba se envía «a dos depósitos de 2.000 litros conectados al sistema de bombeo del riego automático del hospital mediante dos acometidas: la que proviene de los depósitos de rechazo de la diálisis y la que proviene de los aljibes del hospital que solo se activará en caso de que el agua de rechazo no sea suficiente para cubrir las necesidades», afirma Rubén Horcajo, jefe de Mantenimiento del Hospital General de Villalba. Una medida que permite un ahorro de más de 900 metros cúbicos de agua (905 en 2021) al año en este centro. En “el Infanta Elena el ahorro hídrico anual, desde su puesta en marcha en 2010, ha sido considerable. Solo en 2021 se recuperaron 2.236,66 m³ de agua”, precisa Jorge Álvarez.
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