Día Mundial contra la LGTBIfobia
La feminización de la voz con o sin cirugía
El tratamiento con el logopeda ayuda a la mujer transgénero a encontrar su voz e identificarse con ella
A lo largo de la última década, la demanda de tratamientos de feminización de la voz ha ido en aumento. Cada vez son más las personas transexuales o sus padres que se interesan por esta terapia en muchos casos clave para que la persona se identifique consigo misma. Pero la voz femenina no es solamente un tono de voz más agudo. Hay muchas mujeres con tonos más graves que la media de los varones, pero al escucharlas no hay duda de que se trata de la voz de una mujer. Entonces, ¿cuál es la clave?
Este martes es el Día Mundial contra la LGTBIfobia. Por ese motivo este suplemento consulta a una logopeda especialista en esta rama. Para conseguir una feminización de la voz «no todo es cambio de tono. También hay que trabajar la prosodia –es decir, la melodía, la entonación, las inflexiones– y el color. Este último es el timbre. En mujeres el color es más brillante con armónico de agudos más potenciados. En hombres, es al revés», explica Alba González, miembro del Grupo de Trabajo de Voz del Colegio Profesional de Logopedas de la Comunidad de Madrid.
Se trata, por tanto, de «un conjunto de parámetros: tono, timbre, intensidad, volumen, flexibilidad, entonación», detalla la especialista. Por eso cada trabajo depende de cada paciente. «Hay hombres cisgénero con la prosodia muy flexible y una entonación y timbre feminizada, lo que se llama un habla amanerada. Ahí lo que trabajamos es la prosodia, no el tono. En el caso de las personas transgénero abordamos todos los parámetros», precisa la logopeda.
Y la terapia ayuda a las personas transgénero a encontrar su voz e identificarse con ella. De ahí que resulte esencial ponerse en manos de un buen logopeda antes de pensar en operarse las cuerdas vocales y también después, en caso de hacerlo.
Herramientas
«Es importante el trabajo con el logopeda para ver si les gusta la voz y que valoren si se quieren operar o no. Igualmente van a necesitar ir al logopeda antes de operarse», incide la experta. Y es que tanto si se realiza o no una cirugía para la feminización de la voz, resulta clave que un logopeda especializado acompañe al paciente en todo este proceso.
Para agudizar el tono en mujeres transgénero no operadas de las cuerdas vocales «es necesario trabajar para activar el músculo cricotiroideo, que es el encargado de elongar –estirar– las cuerdas vocales. Este proceso dará lugar a la elevación del tono, es decir, nos permite aumentar la frecuencia (el tono) de grave a más agudo. Requiere de una coordinación fono-respiratoria, resonancial, de flexibilidad y equilibrio laríngeo», explica la especialista del Grupo de Trabajo de Voz.
«Una vez conseguido esto sin tensión –para evitar futuras lesiones–, empezaremos a trabajar con la resonancia para cambiar el timbre», añade. De este modo, se potencian los armónicos agudos y se atenúan los graves.
Un trabajo intenso en el que «utilizamos diferentes herramientas como el lax-vox, un tubo de plástico con agua que soplamos para la vibración de las cuerdas vocales. Sirve para trabajar la respiración, la resonancia y el registro, y mejora las cualidades a nivel vocal», detalla González. ¿Cómo? «Con el control del aire y la relajación de la laringe», añade la especialista.
Con esta y otras herramientas es más que posible lograr la feminización de la voz. «Depende de la persona, pero en 10-15 sesiones ya tiene que haber un cambio. Estamos hablando de uno o dos meses, en los que lógicamente también hay trabajo en casa, y lo cierto es que el porcentaje de éxito sin cirugía en mi caso es elevado, del 99%», asegura la experta, que incide en que la decisión de operarse o no depende de cada uno. De todos modos, es importante saber antes de pasar por quirófano que en el caso de la transición a hombres «la testosterona juega un papel fundamental en el agravamiento de la voz. En cambio, en el de ellas las hormonas no influyen», recuerda González.
La intervención logopédica en mujeres transgénero implica no sólo el trabajo específico de la voz, sino también el de una serie de elementos subjetivos, estéticos y no verbales que tendrán un impacto directo sobre la motivación y la producción vocal de la paciente. «Realizamos también un apoyo pedagógico para chicas o chicos transgénero. Pese a los avances, todavía hay muchos casos de discriminación. Es importante que la persona confíe en ti para cambiar alto tan personal como es la voz que es lo que nos identifica, que confíen en nosotros», explica la logopeda.
Por cierto, que la feminización de voz no es solo cosa de personas transgénero. «Este proceso está indicado para todas aquellas personas que sientan que su voz es poco femenina», hace hincapié la especialista. En todo caso se trata de una decisión personal, sea usted una mujer transgénero o tenga adrofonía (voz grave) es posible que prefiera que su voz señale su identidad distintiva. La decisión depende de uno mismo.
¿Qué técnicas quirúrgicas hay?
►Según explica en su web la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, «mediante la cirugía, el otorrinolaringólogo logrará convertir una laringe anatómicamente masculina en una laringe femenina». Para ello existen diferentes técnicas basadas en incrementar la tensión de las cuerdas vocales, alterar su consistencia y descender la masa de las cuerdas vocales. «Entre las más utilizadas están la aproximación cricotiroidea y la glotoplastia», añaden. La última consiste en reducir la longitud de las cuerdas vocales por vía endoscópica a través de la boca.
En cambio, para la masculinización de la voz, se hace una cirugía del esqueleto laríngeo para disminuir la frecuencia por debajo de los 165 Hz y lograr así una voz más grave. Pero los hombres transgénero no suelen operarse, ya que la terapia con andrógenos resulta suficiente.
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