Entrevista

«Es difícil distinguir entre una noticia esperanzadora o lo que es solo un paso adelante en investigación»

Esteban Bravo y Fernando Gordón, socios fundadores de Cícero Comunicación

Esteban Bravo y Fernando Gordón
Esteban Bravo y Fernando GordónAlberto R. RoldánLa Razón

Dice el tango «que veinte años no es nada», pero en comunicación es todo un mundo. ¿Cuál es la clave de Cícero para llegar a las dos décadas?

Esteban Bravo: La primera es la humildad. Humildad para entender que necesitamos a los clientes más que ellos a nosotros. Esa filosofía alimenta el coraje necesario para comprometerte sin medias tintas. Cuando necesitas algo difícil de conseguir y lo logras, no puedes dejarlo escapar. Cuando trabajas desde la humildad y el compromiso, generas confianza, y es la confianza del cliente la que en última instancia te permite demostrar que sabes hacer bien las cosas y le vas a aportar valor. Con esta filosofía nació Cícero y con ella hemos llegado hasta aquí.

¿Qué hitos informativos destacarían como más relevantes en este tiempo?

Fernando Gordón: Recuerdo cuando presentamos uno de los primeros tratamientos para el mieloma múltiple, que apareció en portadas nacionales; o cuando organizamos la presentación de la primera vacuna que prevenía el cáncer causado por el virus del papiloma… Sin embargo, de lo que más orgullosos nos sentimos es cuando hemos apoyado a nuestros clientes a gestionar crisis de comunicación y problemas que podrían haber afectado a su reputación.

¿Sobre qué ha sido más difícil informar?

E.B.: Informar, e informar bien en materia de salud, no es fácil. En estos 20 años son muchos los momentos y su análisis nos lleva siempre a la misma conclusión: la necesidad de que quienes firman esas informaciones sean profesionales especializados, con experiencia en el sector, y con conocimiento de las fuentes.

F.G.: Somos periodistas y sabemos que es complicado diferenciar entre una noticia esperanzadora y lo que es solo un paso adelante en investigación. Saber modular eso requiere gran conocimiento del sector y los medios.

Y, ¿qué ha sido lo más surrealista que les ha pasado en este tiempo?

E.B.: Me iría de lo realista a lo surrealista. La realidad es que informar, comunicar, no va tanto de sesudos tratados académicos, como de personas. Comunican e informan personas para personas. Después de 20 años, el desarrollo de decenas de proyectos de comunicación en salud, el trabajo codo con codo con compañías farmacéuticas de primer nivel, la colaboración con las sociedades científicas más representativas, las relaciones mantenidas con los medios más influyentes… nos encontramos con lo más surrealista: a Cícero siempre se le reconoce por su campeonato de bolos navideño (risas).

Estos últimos años han sido muy intensos en cuanto a la información sanitaria se refiere. ¿Cómo lo han vivido?

F.G.: Durante 24 meses la información de salud ha sido clave en la vida de todos. Ha servido para que sepamos cómo funciona una vacuna o incluso un ensayo clínico. También que el «Dr. Google» compite con los medios de comunicación por informar y no siempre ganan los buenos. En estos meses yo he echado de menos que en algunos medios hubiera habido una mayor visibilidad de las compañías que han hecho las vacunas covid: son los que mejor las conocen, pero casi siempre eran otros expertos los que las explicaban, a veces con un conocimiento bastante indirecto.

¿Qué retos se plantean de cara al futuro?

E.B.: Las compañías del sector sanitario cada vez son más conscientes de la necesidad de basar sus estrategias en la integración de los medios de comunicación, los canales digitales propios como las redes sociales y la inversión en recursos para alcanzar públicos muy claramente definidos. Ayudarles en esta dirección será nuestro objetivo central.

F.G.: Para ello pretendemos multiplicar nuestro equipo de digital y también aportar herramientas que el sector hoy desconoce como la publicidad programática o el uso de la analítica de datos. Eso sí, nuestra herramienta principal siempre va a ser la palabra y la generación de contenidos.