Opinión

La Sanidad desangra a Moncloa y ahoga al PSOE

Los viejos y falsos clichés como el de la privatización que antes le reportaban tantos votos, ahora se los quita

La ministra de Sanidad, Carolina Darias
La ministra de Sanidad, Carolina DariasA. Pérez MecaEuropa Press

El PSOE tiene un serio problema con la Sanidad. Lejos de obtener rédito electoral con ella, el partido que sustenta al Gobierno se desangra comicio tras comicio, y los viejos y falsos clichés como el de la privatización que antes le reportaban tantos votos, ahora se los quita, como acaba de ocurrir en Andalucía y meses antes en Madrid y en Galicia.

No. La gente no se cree ya las manidas soflamas lanzadas por la izquierda y empieza a comprender que no existe mayor privatización de la Sanidad pública que una pésima gestión de la misma como la que hace el PSOE allá donde gobierna, porque empuja a los pacientes a pagarse pólizas privadas para sortear listas de espera vergonzosas. Sucedió en medio de la pandemia en Castilla-La Mancha y ocurre ahora en Aragón, dos feudos socialistas que han batido todos los récord en tiempos de demora quirúrgica y de consultas diagnósticas, a tenor de los datos del propio Ministerio de Sanidad.

Casi tres años después de la llegada al poder, la gestión de este área le está causando un serio roto a Moncloa, incapaz por el momento de reaccionar. Empezó mal con Salvador Illa, y ahora no termina de remontar con Carolina Darias, pese a sus excelentes maneras y su gran amabilidad. Las leyes aprobadas, como la de la equidad, no sólo no arreglan entuertos sino que ponen aún más en contra del Gobierno al sector.

Además de la privada, están en armas contra el Ejecutivo de Sánchez las enfermeras, los médicos, los boticarios y la industria farmacéutica innovadora y de genéricos. Unos han sido perjudicados. Otros corren serio riesgo de serlo. Hasta organizaciones sanitarias tradicionalmente afines a la izquierda están poniendo el grito en el cielo ante lo que ven. Un ejemplo de ello fue el plan para la primaria.