Día del cáncer de mama
Llega un nuevo manejo más eficaz frente a los tumores HER2
«Un año histórico en el cáncer de mama», coinciden los expertos, tras el mayor conocimiento que permite cambiar el abordaje de algunos subtipos del tumor
«Los avances en cáncer de mama son constantes. Pero la noticia más importante del último año es que estamos adquiriendo nuevos conocimientos: en 2000, una publicación científica cambió el paradigma del cáncer de mama al dividir la enfermedad en cuatro diferentes subtipos moleculares, en función de la expresión o no de una serie de proteínas y genes. Este año hemos aprendido que no debemos encasillarnos en tratar el cáncer en estos cuatro subtipos, porque debemos conocer las debilidades de la célula tumoral, con independencia de que pertenezca a uno de estos subgrupos», detalla el doctor José Ángel García Sáenz, oncólogo médico y jefe de la unidad de cáncer de mama del Hospital Clínico San Carlos de Madrid.
De este modo, se ha comprobado que fármacos que eran efectivos en unos de estos subgrupos también pueden serlo en otros. Y, así, se ha demostrado que los tumores con HER2 positivo, que se caracterizan por la expresión de esta proteína –y que supone el 15% de todos los tumores de cáncer de mama–, se pueden tratar como los tumores HER2 negativo (sin expresión de la proteína).
«Nunca habíamos pensado de este modo, hasta hace un año. Sabemos que hay que apostar por individualizar el tratamiento, en función de las dianas de cada tumor, con terapias específicas. Ahora, el cambio se produce porque comenzamos a designar a algunos tumores como HER2 low (HER2 bajo), de manera que no son ni HER2 positivo ni negativo, son el eslabón perdido entre ambos», recalca el doctor García Sáenz, que también es miembro de la junta directiva del Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama (Geicam).
Este avance se presentó en junio en el congreso de la Asociación Americana de Oncología Médica (ASCO por sus siglas en inglés), la reunión científica más importante que se celebra anualmente en este ámbito. La presentación de los resultados provocó una gran ovación de los oncólogos, un hecho muy poco frecuente.
El estudio, denominado Destiny 04 y que ha sido publicado en la prestigiosa revista científica «The New England Journal of Medicine», se considera clave no solo en el cáncer de mama, sino en el cáncer en general. Para el doctor García Sáenz, «supone un salto de la teoría clásica de subtipos a pensar que fármacos, que en principio no tendrían sentido, sí lo podrían tener en función de un análisis de las dianas terapéuticas que tienen estas células tumorales. Así, se pueden conseguir remisiones duraderas y los pacientes viven más y mejor».
Este avance está vinculado a un nuevo fármaco, llamado trastuzumab deruxtecán, un anticuerpo unido a la quimioterapia, que se libera de forma selectiva en los tumores. «Los estudios previos mostraron resultados espectaculares como segunda línea de tratamiento en pacientes HER2 positivas. Y el estudio Destiny 04 es lo que llamamos un estudio paradigmático, porque ha duplicado el tiempo de control de la enfermedad frente a pacientes que reciben solo la quimioterapia», subraya la doctora Cristina Saura, oncóloga médica y jefa de la unidad de cáncer de mama en el Instituto de Oncología Valle de Hebrón.
La doctora María Vidal, oncóloga médica en el Hospital Clínic de Barcelona, coincide en que esta mejora supone «un cambio de paradigma: es un antes y un después en la forma en la que tratamos a las pacientes en nuestra práctica clínica diaria, con un beneficio que se traduce en una mejoría del 50% respecto a los tratamientos previos».
Además, la doctora Vidal, que es miembro de la junta directiva del grupo de investigación Solti, destaca el peso cada vez más relevante de nuevos fármacos del grupo de los anticuerpos conjugados (ADC en sus siglas en inglés) que unen, mediante un enlace, a un fármaco (un anticuerpo monoclonal) junto a otro medicamento quimioterápico. Trastuzumab deruxtecán es uno de esos tratamientos novedosos, junto a otros como trastuzumab emtansine y sacituzumab govitecan. «Este año se han publicado numerosos estudios con excelentes resultados con estos fármacos. Creemos que va a ser el futuro para tratar a las pacientes en prácticamente todo tipo de tumores. En cáncer de mama estamos muy avanzados y, en los años venideros, los ADC acabarán sustituyendo a la quimioterapia en muchos escenarios».
En cuanto a los retos, el cáncer de mama continúa siendo un desafío de salud pública de primera magnitud: sigue siendo la primera causa de cáncer en mujeres en España. «Más allá de implementar las medidas para intentar revertir la enfermedad y recuperar la salud, debe insistirse en los programas de cribado, porque nos estamos encontrando tumores más avanzados que antes de la pandemia», advierte el doctor García Sáenz.
La asignatura pendiente
Para la doctora Saura, el reto es «llevar todo el conocimiento de la investigación a la práctica clínica: en la actualidad, España está muy bien posicionada en cuanto a conseguir participar en los ensayos clínicos que se realizan a nivel internacional, lo que supone que nuestros hospitales tienen accesos a muchísimos estudios y esto implica que las pacientes se pueden beneficiar de recibir los nuevos fármacos en desarrollo. Pero el reto pendiente es reducir el plazo desde que se conocen estos resultados hasta llevar la aplicación a la práctica clínica, con aprobación y financiación del Sistema Nacional de Salud: los últimos informes señalan que el proceso de negociación (primero con el Ministerio de Sanidad y luego con las comunidades autónomas) es de más de 500 días. Es, sin duda, nuestra asignatura pendiente».
¿Y qué se hace en este tiempo para que las pacientes reciban los fármacos novedosos? La doctora Saura explica que, en ocasiones, «se incluyen a las pacientes en otros estudios para que puedan recibirlos. Pero esto no siempre es así y, cuando se produce, es una situación difícil de manejar. Y, por otro lado, debe mejorarse la inversión pública en investigación, porque cuesta mucho conseguir fondos para poner en marcha proyectos científicos».
La doctora Vidal coincide en que el plazo de aprobación de fármacos «deber ser más ágil. La media hasta que pueden prescribirse es de 24 meses, lo que crea frustración para el médico y, lógicamente, para las pacientes. Y debemos poder tener más medios para investigar y contar con un mayor número de tratamientos, porque a día de hoy siguen falleciendo unas 5.000 pacientes al año en España con cáncer de mama metastásico. Necesitamos, sobre todo, mucha más investigación».
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