Día Internacional de la Tartamudez

El 85% de casos de tartamudez desaparece con actuación rápida

Puede prevenirse si el trastorno se aborda entre los dos años y medio y los tres

Tartamudez
TartamudezLa Razón

El tartamudeo suele dar la cara, generalmente, en las primeras etapas del desarrollo del lenguaje. Aunque aún se desconoce su origen (se cree que hay un componente hereditario y genético relevante), la buena noticia es que, si se aborda de forma temprana, en un porcentaje muy alto de casos, desaparece.

Así lo subrayan los expertos en el tema con motivo, hoy 22 de octubre, de la celebración del Día Internacional de la Tartamudez, que inciden en que tratarlo entre los 2,5 años y los tres resulta vital. «Es una dificultad que aparece de muy temprano, a los 2 o 2,5 años de edad. Uno de los avances más importantes de los últimos tiempos es que se puede prevenir si se aborda a los dos años y medio, tres años. Antes se decía que no hay que darle importancia, podía ser un desarrollo normal y que había que esperar a que desapareciera», cuenta Alicia Fernández Zúñiga, psicóloga experta en trastornos de fluidez y tartamudez.

El inicio de la alteración puede ser lento, con repeticiones leves o vacilaciones, sin signos de tensión, los cuales se van haciendo más frecuentes gradualmente y con amplios periodos de habla fluida. Cuando el comienzo se produce de forma súbita es habitual que esté asociado a situaciones estresantes para el niño, como el nacimiento de un hermano, cambio de domicilio o separación de los padres. Sin embargo, estos factores no constituyen la causa, aunque se considera que ayudan a mantener la dificultad cuando se ha iniciado. Y es que una cosa que hay que tener clara es que se trata de un trastorno de comunicación, no del habla.

«Hay muchos tratamientos especializados que son efectivos. Orientan a los progenitores, valoran cuáles son la dificultades del niño y les da indicaciones para que no afecte en su comunicación con los padres», señala la experta. «Demanda y capacidades» es un programa especializado en ello: «Se ha hecho una revisión recientemente sobre esta técnica. El estudio DCM de Franken, de 2021, confirma que este programa es útil y que lleva a prevenir el problema. Lidcombe es otra técnica preventiva del Centro Palin, son los más frecuentes», continúa. Y los resultados son muy positivos: «Hay un 80-85% de probabilidades de que desaparezca con estas terapias. Son datos recientes, como lo es el saber que los padre no son el problema y que necesitan orientación», explica Fernández Zúñiga.

Presión social

En cuanto a la duración del tratamiento, depende de las dificultades del niño y de la implicación de los padres: «Puede durar 6 o 9 meses, pero aunque deje de tartamudear en esos meses hay que hacerle seguimiento porque es fluctuante. No se da en todas las situaciones, y este es uno de los problemas para abordarlo, porque en un momento determinado desaparece, pero puede volver a aparecer. Se da por épocas, días, actitud del interlocutor... Hay muchas circunstancias que estresan al niño y hacen que vuelva», cuenta Fernández Zúñiga, que es directora del Instituto de Lenguaje y Desarrollo. Lo que es seguro es que si no se previene tiene otras manifestaciones más complicadas que en edad preescolar. En ese caso también hay opciones: en educación primaria hay programas para trabajar con todas las edades. Pero a medida que crecen los resultado y el porcentaje de éxito disminuye.

La Fundación Española de la Tartamudez, que este año cumple 25 años desde su creación, trabaja, sobre todo para evitar la discriminación de los afectados, como sucedía hasta 2005, cuando el hecho de padecer este trastorno era causa de exclusión de empleo público: «No podías acceder a ser ni policía, ¡ni barrendero¡», explica Adolfo Sánchez, su presidente, una batalla que ganó, vía Estrasburgo, en 2005 quien a día de hoy incide en la importancia de los problemas de acoso escolar que sufren en ocasiones los afectados.

Cómo actuar ante alguien que tartamudea

►Compórtese igual que lo haría con otra persona.

►Evite comentarios como: «Habla más despacio» o «no te pongas nervioso», que hacen que la situación de habla se torne más tensa.

►No «ayude» a le completándole la frase.

►Mantenga el contacto visual y no se avergüence, burle o ría de la situación.

►Cuando hable, utilice un ritmo pausado y tranquilo, sin que parezca poco natural o exagerado.

►Intente transmitir a la persona que lo importante es lo que dice y no cómo lo dice.

►Cuando salga de un bloqueo o hable fluidamente no le diga «lo hiciste bien» o «te felicito»; hace que se sienta evaluado cada vez que habla.

►Recuerde que tendrá más dificultad en controlarse hablando por teléfono.