Alimentación

Así es la dieta rica en lactobacilus capaz de reforzar las defensas

Los alimentos ricos en lactobacilus mejoran la digestión y fortalecen la barrera intestinal

Los encurtidos naturales sirven para repoblar las bacterias protectoras del intestino
Los encurtidos naturales sirven para repoblar las bacterias protectoras del intestinoDREAMSTIMELA RAZÓN

En esta época del año en la que las bajas temperaturas ya se convierten en la tónica general, resulta imprescindible reforzar las defensas. Y para ello la alimentación saludable es la herramienta más eficaz a la hora de formar un buen escudo inmunitario.

El sistema inmune actúa a tres niveles. «El primero de ellos es el que entra en contacto con los agentes patógenos que son las mucosas y la microbiota intestinal. Después, existe una respuesta inmune innata a nivel celular y en el sistema circulatorio, que, al activarse, pondrá en marcha también la respuesta inmune adaptativa que aparece a los días de entrar el patógeno en el organismo y que desarrolla anticuerpos específicos», explica Alma Palau, gerente del Consejo General de colegios Oficiales de Dietistas Nutricionistas (Cgcodn), quien hace hincapié en que «los mecanismos de defensa del organismo y de respuesta, así como la capacidad de recuperación, están estrechamente relacionados con el estado nutricional de la persona».

Entonces, la pregunta del millón es ¿qué comemos? «Para conseguir un buen funcionamiento del sistema inmune lo indicado sería seguir una dieta variada, equilibrada y saludable. El consumo de lácteos fermentados, como yogur o kéfir de forma regular también podría contribuir», aconseja Palau.

Es aquí donde entra en juego un ingrediente que suele pasar desapercibido y que puede resultar muy oportuno a la hora de fortalecer las defensas. Se trata de los lactobacilus, es decir, «bacterias beneficiosas que forman parte de nuestra microbiota intestinal. Ayudan a mantener un equilibrio saludable en el sistema digestivo, favorecen la digestión y participan en la producción de vitaminas, como la B12 y el ácido fólico», detalla Mónica Herrero, vicepresidenta del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Aragón y también miembro del Cgcodn.

El potencial de los lactobacilus es muy amplio. «Son esenciales porque mejoran la digestión, previenen infecciones intestinales y fortalecen la barrera intestinal. Además, forman parte de nuestro sistema defensivo, es decir, se trata de la primera barrera de defensa de nuestro cuerpo y están interrelacionadas con nuestro sistema inmunológico», afirma Herrero.

Ahora bien, ¿qué alimentos son realmente ricos en lactobacilos? «Son aquellos fermentados, como el yogur, el kéfir, el chucrut, el kimchi, el miso, el tempeh y algunos quesos. También hay suplementos probióticos que los contienen», responde Herrero. Hay una forma sencilla de producir probióticos a partir de los vegetales fermentados, un método natural que aporta grandes ventajas para la salud y que cumple dos importantes objetivos: aumentar el tiempo de conservación de los alimentos y potenciar el valor nutricional de los mismos. Los vegetales fermentados, conocidos también como pickles o encurtidos, se convierten en una fuente natural de lactobacilus, bacterias necesarias para la nutrición de las defensas del organismo. En concreto, parte de la colonia de lactobacilus que se ingiere al consumir los pickles, cuando entran en contacto con el medio ácido del estómago, no sobreviven. Pero los que resisten repoblan el intestino.

Sin embargo, hay que matizar una cuestión importante, ya que, tal y como advierte Herrero, «algunos encurtidos sí cumplen esta función, pero solo si han sido fermentados de manera natural (como el chucrut o los pepinillos fermentados con salmuera). Los encurtidos que se conservan en vinagre no contienen lactobacilos porque no pasan por fermentación bacteriana».

Aunque, en general, todos estos alimentos son seguros para la mayoría, «personas con problemas de salud graves, como inmunodeficiencias o enfermedades críticas, deben consultar a un médico antes de consumir probióticos, ya que pueden ser más sensibles a infecciones», advierte Herrero.