Redes sociales

Fomo, la nueva patología que afecta a la salud mental de los jóvenes

Este trastorno puede desencadenar una sensación de ansiedad y malestar emocional derivada de la percepción de que otros están disfrutando de experiencias que nosotros nos estamos perdiendo

La aplicación de Twitter
La aplicación de TwitterGregory BullAgencia AP

Casi 9 de cada 10 adolescentes de entre 14 y 17 se conecta a internet a diario y el 79,8% de ellos entra en redes sociales. Facebook, X, Instagram o TikTok han transformado la manera en que nos relacionamos, especialmente entre los más jóvenes. Su dependencia de la redes sociales se está convirtiendo en un problema de salud pública y son muchos los psiquiatras que alertan sobre este problema.

El uso constante de las redes sociales y la necesidad de estar siempre conectados ha desencadenado un fenómeno conocido como FOMO, o “Fear of Missing Out” (miedo a perderse algo, en sus siglas en inglés). “El FOMO se caracteriza por una sensación de ansiedad y malestar emocional derivada de la percepción de que otros están disfrutando de experiencias que nosotros nos estamos perdiendo. Este hecho, potenciado por la adicción a las redes sociales, tiene un impacto significativo en la salud mental, afectando tanto al bienestar emocional como a las relaciones interpersonales de quienes lo padecen”, señala María Calle, psicóloga de Blua de Sanitas.

Asimismo, este trastorno puede desencadenar comportamientos impulsivos, como acudir constantemente a planes o eventos, incluso cuando se está cansado o no se desea participar, por el temor a perderse algo. “Este patrón de comportamiento contribuye a generar inseguridad, ya que las decisiones no se centran en el bienestar personal, sino en la comparación constante con los demás. De esta manera, en el largo plazo se puede generar una sensación de descontrol sobre las propias elecciones, afectando a la autoconfianza y el equilibrio emocional”, añade Calle.

60% admiten haber padecido FOMO

En este sentido, según un estudio publicado por la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM), el 69% de los jóvenes de entre 18 y 34 años admite haber experimentado este síndrome.

El FOMO no solo genera inseguridad, sino que también puede desestabilizar la autoconfianza y el equilibrio emocional, especialmente entre los más jóvenes. Las decisiones se basan en comparaciones constantes con los demás, lo que puede llevar a una sensación de descontrol sobre nuestras propias elecciones. A largo plazo, esto puede resultar en un ciclo de insatisfacción y ansiedad.

Cómo evitar el FOMO

Hay varias estrategias que se pueden implementar para evitar este síndrome y mejorar la salud mental de los más jóevenes:

1. Limitar el uso de redes sociales: Reducir el tiempo en plataformas digitales ayuda a disminuir la exposición a la "vida perfecta" que muchos muestran. Establecer horarios específicos para revisar redes puede fomentar un uso más consciente.

2. Enfocarse en metas propias: Tener objetivos claros y alcanzables permite concentrarnos en el propio progreso, en lugar de compararse con los demás.

3. Redefinir el éxito: Reformular la percepción del éxito desde una perspectiva personal y alineada con los valores puede reducir la presión de competir con otros.

4. Desconexión digital: distanciarse de la tecnología de vez en cuando ayuda a romper el ciclo de estar siempre conectado. Se recomienda ese tiempo para para realizar actividades offline, como leer o pasar tiempo con amigos.

5. Aceptar la imposibilidad de estar en todo: entender que no se puede participar en todas las actividades es fundamental para evitar la ansiedad relacionada con este síndrome. La vida está llena de elecciones que implican la renuncia de otras, y no estar en todo no significa perderse experiencias valiosas. Aceptar esta realidad permite disfrutar más de las decisiones tomadas sin arrepentirse de lo que no se hizo.