
Alimentación
¿Cómo mejorar la apatía otoñal con la dieta? Estos son los consejos de los expertos
Se estima que el trastorno afectivo estacional afecta a un 10% de la población y es más frecuente en mujeres que en hombres

El otoño ya está instalado en el calendario y pasa factura al organismo. De hecho, se estima que hasta un 10% de la población sufre trastornos de ansiedad y depresión con la llegada del otoño. Denominado trastorno afectivo estacional (TAE), «se caracteriza por una alteración en el estado de ánimo que coincide con la reducción de las horas de luz solar, lo que desencadena síntomas depresivos como sentimientos persistentes de tristeza o desesperanza, fatiga y falta de energía, cambios en el apetito, problemas de concentración y dificultades para llevar a cabo tareas cotidianas, irritabilidad o aislamiento social y somnolencia excesiva o alteraciones en los patrones de sueño», explica Alberto Bullón Sáez, jefe de Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Ruber Juan Bravo de Madrid.
En este escenario, la dieta cumple un rol fundamental para contrarrestar el impacto emocional, aunque lo cierto es que no existen alimentos ni remedios «mágicos».
«Una alimentación saludable aporta todos los nutrientes que intervienen en la función psicológica normal, pero, en realidad, no existe evidencia sólida que asocie el consumo de un alimento concreto con un mejor estado de ánimo. Sin embargo, una alimentación saludable sí puede reducir los síntomas de la depresión», asegura Verónica Palomo, miembro del Consejo General de Colegios Oficiales de Dietistas-Nutricionistas (Cgcodn).
Tal y como recomienda la dietista-nutricionista, el bienestar emocional puede mejorar con un menú basado en la dieta mediterránea, «que debe cumplir tres reglas: rico en alimentos vegetales frescos y poco procesados (frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos, aceite de oliva, cereales integrales); moderado en otros de origen animal como pescados, huevos, carnes blancas y lácteos, y limitado en carnes rojas y procesadas, así como en bollería, comida rápida o bebidas azucaradas, entre otros».
El papel del triptófano
En concreto, los estudios sobre alimentación y depresión apuntan a que algunos grupos de alimentos podrían jugar un papel clave en la prevención y el tratamiento de la depresión, tales como los pescados y las frutas y hortalizas. «En este sentido, el triptófano es un aminoácido esencial que interviene en la síntesis de la serotonina y la melatonina, que son neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo y la regulación del sueño, respectivamente», explica Palomo. Para sacarle mayor partido, es importante tener en cuenta que «el triptófano se encuentra en una amplia variedad de alimentos, como los frutos secos y semillas, legumbres, pescados, huevos, lácteos, etc., todos ellos clave en un patrón de alimentación saludable», detalla Palomo, quien hace hincapié en que «la ingesta de carbohidratos mejora la absorción del triptófano. De igual forma, alimentos que pueden estimular la síntesis de serotonina son las legumbres, kéfir, pavo, nueces, avena, semillas de chía y aguacate».
En cualquier caso, según advierte Palomo, «no hay un alimento que “suba el ánimo” como tal. Las personas que tienen síntomas de depresión deben acudir a un profesional especializado en salud mental, pues la dieta no es un sustituto de una atención apropiada ni tampoco un tratamiento contra la depresión o el estrés».
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