Dietas

¿Cómo solucionar las molestias digestivas más comunes?

Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Digestiva y estos problemas crecen un 40%

Problemas digestivos a causa de la alimentción
Problemas digestivos a causa de la alimentciónDREAMSTIMEDREAMSTIME

Somos los que comemos. Ya lo decía Ludwig Feuerbach, filósofo y antropólogo alemán, en su obra «Enseñanza de la alimentación». Y este axioma sigue plenamente vigente, aunque decantando la balanza hacia el lado negativo, tal y como ponen de manifiesto los expertos con motivo de la celebración del Día Mundial de la Nutrición, que se celebró ayer, y el día Mundial de la Salud Digestiva, que se conmemora hoy.

«En la última década, las visitas al médico por síntomas digestivos han aumentado un 40%. De hecho, tres de cada cuatro españoles tienen molestias digestivas», asegura Neus Elcacho, técnica en Dietética y Nutrición, especializada en digestiones. Los problemas digestivos más habituales son, tal y como detalla Elcacho, «el estreñimiento, la acidez, los dolores abdominales, la diarrea, la hinchazón y los gases. De hecho, alrededor del 20% de la población sufre estreñimiento y más de un 15% tiene diagnosticada una enfermedad digestiva crónica».

Sin embargo, lo más preocupante en este terreno es que la evidencia científica ha demostrado que el estilo de vida y la alimentación diaria están íntimamente ligados al desarrollo de algunos tipos de cáncer. «Los principales tumores digestivos (de colon, recto, páncreas, hígado y estómago) son la primera causa de mortalidad por cáncer en nuestro país; y lo más preocupante, la incidencia del cáncer colorrectal va en aumento entre los jóvenes», advierte Elcacho.

Parte de la culpa de estos datos reside en que «nos encontramos con una alimentación actual alta en alimentos procesados (que contienen azúcares, aceites vegetales de mala calidad, aditivos...) que irritan nuestra mucosa digestiva y empobrecen la alimentación propia de los microorganismos protectores».

El escudo de la microbiota

Una buena alimentación desde la infancia hasta la edad adulta tiene relación directa con la diversidad de las bacterias intestinales, que han demostrado ser un escudo protector de la salud. «Para tener una correcta microbiota, la mayoría de los alimentos que tenemos que ingerir deben ser de origen vegetal y no procesados. Porque, aunque por lo general este tipo de productos son más difíciles de digerir, se ha confirmado que tienen una relación directa con la diversidad de la flora intestinal», explica Francisco Guarner, experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).

El papel de la flora intestinal resulta esencial a lo largo de toda la vida, de ahí que mantener una alimentación equilibrada y saludable, basada en la dieta mediterránea, se convierta en la mejor estrategia para cuidarla. «A pesar de que nuestra microbiota se ha debilitado en los últimos 100-150 años y parece difícil volver a recuperar su nivel óptimo, el paciente puede modular y mejorarla a través de la alimentación», reconoce Guarner, quien recuerda que también influyen otros aspectos como «el consumo de medicamentos (especialmente, antibióticos), el descanso, hacer deporte, fumar o beber alcohol, entre otros».

Se ha demostrado que el 99% de los anticuerpos que tenemos en sangre dependen del contacto que ha tenido el tubo digestivo con la microbiota. Tal es su importancia que su cuidado y correcto mantenimiento está estrechamente relacionado con la aparición de diversas patologías digestivas, como intestino irritable, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa o enfermedad hepática avanzada. Además, «la Ciencia ha confirmado que de la salud digestiva dependerá cómo está el sistema inmune y, por lo tanto, cuidarla nos protege frente a infecciones, alergias y patologías inflamatorias y autoinmunes, pero también frente a problemas menstruales y de fertilidad por una posible reabsorción hormonal al intentar eliminarse y encontrarse con un intestino permeable», detalla Elcacho, quien añade que «un problema en la absorción del hierro, de vitamina D, de la vitamina B12, así como la síntesis de neurotransmisores que son importantes para nuestra energía, sueño y estado de ánimo. Cuidar de nuestra microbiota es nuestro mejor seguro de salud, y hoy, sabemos cómo cuidarla más allá de ‘‘comer más fibra”».