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Salud

Descubren bacterias 'ocultas' bajo el suelo que nos transmiten resistencia a los antibióticos

Un estudio publicado en Nature revela que contaminar los suelos facilita que los genes de resistencia se transfieran e infecten a los humanos. Estos son los suelos que más bacterias contienen

Escarabajo contra fondo negro Freepik

El suelo es ese ecosistema bajo nuestros pies al que rara vez prestamos atención, pero juega un papel tan importante como inesperado en la propagación de la resistencia a los antibióticos. Ahora, esta creciente amenaza (se calcula que la resistencia antimicrobiana causará un 70% más de muertes en 2050) acaba de adquirir una nueva dimensión.

Según un estudio reciente publicado en la prestigiosa revista Nature Communications, las bacterias del suelo pueden transmitir genes de resistencia antibiótica de manera sorprendentemente rápida e infectar a los humanos, lo que podría representar un "grave riesgo para la salud pública".

"El suelo es un reservorio importante de bacterias resistentes y de genes de resistencia antibiótica", explica Jingqiu Liao, autora principal del trabajo. Sin embargo, "los mecanismos ecológicos y evolutivos subyacentes a su propagación en los suelos siguen sin explorarse adecuadamente", señala.

Ahora, el equipo de investigadores del Centro de Patógenos Emergentes, Zoonóticos y Transmitidos por Artrópodos de Virginia Tech (Estados Unidos) que lidera Liao ha demostrado que actividades humanas como la contaminación del suelo (a través del uso de pesticidas, por ejemplo) pueden alterar los ecosistemas de la parte superficial de la corteza terrestre y facilitar que los genes de resistencia se transfieran de las bacterias del suelo e infecten a los humanos.

Su hallazgo subraya la importancia de proteger los suelos naturales y comprender los mecanismos subyacentes a esta amenaza global.

Listeria monocytogenes, una bacteria peligrosa

Los científicos han descubierto que una vez que los patógenos han incorporado genes de resistencia antibiótica (que se encuentran en el suelo como parte de la actividad humana) pueden transmitirlos "muy rápido" a otras especies capaces de infectar a los seres humanos.

Una de estas bacterias es la listeria monocytogenes, que habita en el suelo y puede abrirse camino hasta la cadena alimentaria y causar una enfermedad grave llamada listeriosis que, en personas con sistemas inmunológicos debilitados, tiene una tasa de mortalidad de entre un 20% y un 30%.

Los investigadores han considerado importante investigar el modelo de la listeria por su capacidad para propagar los genes de resistencia antibiótica y para infectar a los humanos. Según ellos, comprender estos patrones puede ayudar a encontrar formas de controlar la propagación de las resistencias, protegiendo la salud humana y preservando la eficacia de los antibióticos en el futuro.

Liao explica que la elección de la listeria se basa en que, aunque su resistencia en casos clínicos es "actualmente baja", estas bacterias "resisten naturalmente a varios antibióticos y están mostrando una mayor resistencia a otros", razón por la que se trata de "un buen modelo para rastrear el desarrollo de genes de resistencia antibiótica antes de que se convierta en un problema clínico generalizado".

En el marco del estudio, se analizaron cerca de 600 genomas de Listeria obtenidos de muestras de suelo en EE UU, identificándose cinco genes principales de resistencia a los antibióticos.

Los investigadores también hallaron que las propiedades del suelo y el uso de la tierra influyen en la propagación de los genes de resistencia antibiótica. Por ejemplo:

  • Los suelos ricos en aluminio tienden a incrementar la diversidad de genes de resistencia, apuntando que "posiblemente" eso estrese a las bacterias, haciendo que sean más propensas a retener estos genes.
  • Los suelos ricos en magnesio, por el contrario, disminuyen esta diversidad al reducir la competencia entre bacterias.
  • Las áreas forestales albergan más genes de resistencia debido a la introducción natural por parte de la vida silvestre.
  • Los campos agrícolas alteran la composición del suelo y las comunidades microbianas, favoreciendo la diversidad de genes de resistencia.

Estos resultados ofrecen nuevas oportunidades para diseñar estrategias que controlen la propagación de la resistencia, preservando la eficacia de los antibióticos. También refuerzan la necesidad de proteger los ecosistemas naturales y garantizar la salud del suelo para salvaguardar tanto el medio ambiente como la atención médica del futuro.

Por otro lado, los científicos han resaltado que en los hogares es importante que las personas eviten las actividades que puedan alterar las condiciones del suelo, como la eliminación inadecuada de desechos que pueden causar contaminación por metales, así como mantener buenas prácticas de saneamiento después del contacto con el suelo como después de la jardinería.

"Tener una comprensión fundamental de los factores ecológicos que impulsan estas bacterias en el suelo podría ser clave para enfrentar mejor la aparición, la evolución y la propagación de la resistencia a los antibióticos. Se trata de una amenaza urgente para la salud pública mundial", concluye Liao.