Opinión

La epidemia de gripe coge fuera de juego a Mónica García

Ha faltado previsión y agilidad de las autoridades sanitarias ante brotes infecciosos que no dejan de ser previsibles

PRIMER DIA DE VACUNACIONES CONTRA LA "GRIPE A" EN LOS CENTROS DE SALUD.
PRIMER DIA DE VACUNACIONES CONTRA LA "GRIPE A" EN LOS CENTROS DE SALUD. ALBERTO R. ROLDANLa Razón

La Sanidad española está hecha unos zorros después de cinco años de Gobierno socialcomunista. Ha bastado una acometida intensa de las tradicionales infecciones invernales, con altas tasas de trastornos respiratorios y un ligero pico de casos provocados por covid y otros patógenos, para volver a ver escenas similares a las producidas durante la pandemia: centros de salud desbordados, urgencias colapsadas y cientos de pacientes hacinados en los pasillos de los hospitales en espera de cama.

¿Cuáles son las razones de este desastre del que sólo son responsables en parte los virus estacionales? Múltiples, pero pueden resumirse en tres: la insuficiencia presupuestaria –los Presupuestos Generales del Estado contemplan menos de un 7% de su PIB para la Sanidad frente al 9% o al 10% que destinan otros países–, la pésima planificación de los recursos humanos –a lo que ha contribuido el hecho de tener seis ministros en apenas cinco años– y un modelo de gestión ineficiente, rígido y funcionarial, que impide la adopción de decisiones rápidas y recompensar a los profesionales eficientes frente a los que no lo son tanto.

¿Que se ha hecho desde la pandemia para evitar situaciones como las de ahora? Nada. Ni se ha reformado la primaria, ni se han fijado protocolos comunes en todo el país para la asistencia de los pacientes en momentos críticos, ni se han incrementado los fondos, ni se ha creado una Agencia de Salud Pública, ni se ha mejorado la operatividad del Consejo Interterritorial. También ha faltado previsión y agilidad de las autoridades sanitarias ante brotes infecciosos que no dejan de ser previsibles. La acometida de la gripe ha cogido fuera de juego estas Navidades a la ministra Mónica García, aunque ahora lo trate de remediar. Increíble.