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Salud

Esta es la amenaza invisible de las infecciones olvidadas que planea sobre España

En España algunas enfermedades infecciosas tradicionalmente controladas están hoy en día desbocadas

Incidencia sarampión en España Tania NietoLA RAZÓN

No se trata de alarmar, pero sí de advertir. En España algunas enfermedades infecciosas tradicionalmente controladas están hoy en día desbocadas y ponen en riesgo la salud de las personas más vulnerables, como los menores de cinco años y los ancianos con patologías de base. Sarampión, tosferina, enfermedad meningocócica, tuberculosis, rubeola, hepatitis B... Algunas de estas patologías que pasan desapercibidas para gran parte de la población están copando estos días la actualidad sanitaria al convertirse en una amenaza real si no se atajan a tiempo.

«En España no estamos libres de sufrir brotes de este tipo de enfermedades porque los virus siguen circulando. La única que está erradicada gracias a la vacunación es la viruela, de la que podemos decir que ya no existe, pero del resto el riesgo es real, aunque sea bajo», avisa Ángela Domínguez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Vacunas de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).

En expansión

Buena prueba de ello es el sarampión, uno de los virus más contagiosos con los que convivimos y que actualmente se ha disparado en nuestro país, a pesar de que en 2017 la Organización Mundial de la Salud (OMS) acreditó que España estaba libre de la circulación endémica del virus desde 2014. Los datos resultan inquietantes, pues en lo que va de año se han registrado ocho brotes y se han notificado 110 casos, lo que significa prácticamente la mitad de los detectados durante todo 2024, cuando la cifra global ascendió a 217 notificaciones. «Este es el mejor reflejo de que resulta un grave error bajar la guardia con este tipo de enfermedades infecciosas y pensar que la vacunación no es necesaria. Todo lo contrario, pues debemos mantenernos siempre alerta, ya que en el mundo el sarampión está en plena expansión, con cifras disparadas en países tan próximos al nuestro como Rumanía, donde ya se han registrado una veintena de fallecidos, o Marruecos, donde se ha cobrado la vida de un centenar de personas», recuerda Domínguez.

Sarampión en EspañaTania NietoLA RAZÓN

Aunque lejos de esa situación, España no es ajena al impacto del sarampión, tal y como refleja el mayor brote que está actualmente activo en el País Vasco, con casi medio centenar de pacientes y sanitarios implicados. Y no es el único, pues en Castilla-La Mancha esta semana se han confirmado al menos seis casos de sarampión, dos de ellos profesionales sanitarios del hospital de Toledo, mientras que en la provincia de Málaga también se ha detectado un brote en un instituto con una decena de afectados. «En estos brotes el origen procede de casos importados, por eso resulta fundamental que se haga un buen seguimiento epidemiológico. Nuestra red funciona bien y podemos estar tranquilos, pero sería deseable que todos los profesionales tengan en el radar estas infecciones cuando ven a pacientes con síntomas compatibles para poder actuar cuanto antes, pues no hay que olvidar que un caso puede originar entre 15 y 18 nuevos contagios si no están vacunados», recomienda Domínguez. De hecho, tal y como aconseja María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), «es esencial que los profesionales sean conscientes de la importancia de detectar rápidamente los posibles casos mediante técnicas de biología molecular para evitar la propagación del virus. Así, secuenciar las variantes nos permite conocer la procedencia del virus y anticiparnos a su posible impacto en la población más vulnerable».

La importancia de vacunar

Los expertos consultados por A TU SALUD coinciden en lanzar un mensaje de tranquilidad por una razón, y es que España cuenta a su favor con una buena cobertura vacunal ante la mayoría de enfermedades infecciosas. «Podemos presumir de tener uno de los calendarios vacunales más completos del mundo, con acceso gratuito, pero precisamente por eso no hay que olvidar que la única vacuna que funciona es la que se pone, incluidas las dosis de refuerzo. Sin coberturas que superen el 90%, quedan nichos que los patógenos pueden aprovechar, por eso es importante hacer una revisión de los grupos que no tienen el calendario vacunal completo o aquellas zonas concretas en las que las coberturas son más bajas de la media», insiste Valentí Pineda, miembro del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP).

En este sentido, Rosa Pérez, enfermera y responsable de divulgación al ciudadano de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), hace hincapié en que «hay que detectar los colectivos que están sin vacunar, que suelen ser personas migrantes o con bajos recursos, y en vez de culpabilizar, poner el foco en el acceso al sistema sanitario. Las urgencias hospitalarias son universales y podemos servir de filtro para detectar a estos grupos, diagnosticar estas infecciones y generalizar la protección a través de las vacunas, ya que eso servirá de protección para el resto».

Aunque el sarampión copa la atención estos días, lo cierto es que solo es la punta del iceberg de una realidad que va más allá y en la que también se incluyen otras enfermedades prácticamente olvidadas, como la tosferina, la tuberculosis, la meningitis o la rubeola.

Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la incidencia de la meningitis en España aumentó un 13% entre marzo de 2023 y marzo de 2024. De hecho, se trata de la primera causa de infección grave en niños y adolescentes en Europa, aunque puede prevenirse gracias a la vacunación. «Esta enfermedad no es tan contagiosa, pero sí es mucho más peligrosa, por eso en este caso el calendario vacunal es muy estricto y cubre los serotipos más importantes desde los cuatro meses hasta los 12 años con tres pinchazos», detalla la portavoz de la Seimc.

Una nueva epidemia

La tosferina es una enfermedad respiratoria aguda y muy contagiosa que también está bajo la lupa de los profesionales, ya que ha repuntado peligrosamente en los últimos años. De hecho, entre los años 2023 y 2024 en nuestro país se detectaron más de 23.000 casos, cientos de hospitalizaciones (casi todos bebés) y la muerte de tres lactantes sin vacunar, así como dos personas mayores con otras patologías, según los datos recopilados por el Instituto de Salud Carlos III. «Este aumento supuso el comienzo de una nueva epidemia en España que vuelve a estar controlada, pero que refleja la circulación del virus, lo que es especialmente preocupante en bebés menores de seis meses no inmunizados, para los que la infección puede resultar mortal», recuerda Pineda.

En un mundo globalizado, «hay que asumir que cualquier patógeno de cualquier lugar del mundo puede impactar en nuestra salud. No debemos estar en una alarma constante, pero sí en alerta para evitar que cualquier riesgo infeccioso provoque una crisis sanitaria. Tenemos que acostumbrarnos a que este tipo de brotes sean frecuentes y por ello resulta determinante hacer una vigilancia activa molecular de tal forma que se activen todas las medidas de prevención disponibles para evitar la expansión de cualquier patógeno», afirma Tomás. En ese escenario, la vacunación es nuestra arma más poderosa y no hay que desaprovecharla.