Investigación

Estas son las expresiones que los médicos nunca deben usar con sus pacientes

Con frecuencia, los médicos utilizan un lenguaje insensible al comunicar información crítica. Una investigación identifica las llamadas "palabras de nunca jamás"

7 de cada 10 médicos afirman que es necesario abordar o preguntar en consulta sobre el riesgo suicida
La comunicación médica en ocasiones olvida el miedo y la indefensión que sienten pacientes y familiaresFreepik

Seguro que habrá oído en alguna ocasión porque no se deben usar las palabras "lucha" y "batalla" para describir como se enfrenta un paciente a un cáncer. Las asociaciones de pacientes y familiares han trabajado mucho a la hora de defender una comunicación compasiva, en la que no ayudan palabras belicistas porque, de algún modo, dan a entender que el éxito del tratamiento depende de la voluntad del paciente, y estos pueden sentir que están defraudando a sus seres queridos por no luchar lo suficiente.

Nadie duda de que lo que se dice importa tanto como el cómo se dice, más en el caso de información relativa a la salud. Si, además, esa información no es esperanzadora, la manera de transmitirla puede provocar el doble de impacto emocional.

Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad A&M de Texas y del Henry Ford Health, de Detroit, ha realizado un estudio sobre el impacto de la comunicación médico- paciente como parte del proceso de tratamiento, y para ello han identificado lo que han llamado "palabras de nunca jamás", que no deben decirse bajo ninguna circunstancia, y proporcionan un lenguaje más útil para utilizar en su lugar.

En el estudio, publicado en la revista Mayo Clinic Proceedings, afirman que, a pesar de los rápidos avances en el tratamiento de enfermedades graves como el cáncer, la insuficiencia cardiaca avanzada y la enfermedad pulmonar terminal, persisten ciertos aspectos 'eternos' de la experiencia del paciente, como el miedo.

"Comunicar la naturaleza, la finalidad y la duración prevista de tratamientos a menudo complejos, y establecer expectativas realistas sobre lo que ofrecen, sigue enfrentándose a experiencias atemporales de los pacientes: miedo, emociones intensas, falta de experiencia médica y la esperanza, a veces poco realista, de curarse", escriben, según informa Ep. La "naturaleza intensa y desalentadora de estas conversaciones" puede hacer que los médicos recurran a hábitos de comunicación aprendidos o a afirmaciones declarativas.

Incluso una sola palabra puede asustar a pacientes y familiares, hacer que se sientan impotentes y, posiblemente, anular la eficacia de la toma de decisiones compartida, recuerdan.

Lenguaje insensible en información crítica

"Como es comprensible, los pacientes graves y sus familias están asustados y pendientes de cada palabra que dice su médico - señala Leonard Berry, investigador del Institute for Healthcare Improvement-. La enfermedad grave no es sólo una cuestión de sufrimiento físico, sino también emocional. El comportamiento del médico, incluida su comunicación verbal y no verbal, puede exacerbar o reducir el sufrimiento emocional".

Berry resalta además que, con demasiada frecuencia, los médicos utilizan un lenguaje insensible al comunicar información crítica, y comúnmente lo hacen sin darse cuenta de la alarma u ofensa innecesaria que han infligido.

Palabras del nunca jamás

Estas son las expresiones que los investigadores señalan como prohibidas, dado que, a su juicio, "arrebatan el poder a los propios pacientes, cuya voz es esencial para tomar decisiones óptimas sobre su atención médica:

- "No podemos hacer nada más"

- "No mejorará"

- "Retirar la atención"

- "Está terminal"

- "¿Quiere que lo hagamos todo"

- "No sé por qué esperaste tanto para venir"

- "¿Qué pensaban sus otros médicos?"

En otro estudio específico sobre la atención oncológica, se preguntó a los médicos por palabras o frases que nunca utilizarían con un paciente, y los principales resultados fueron:

- "No nos preocupemos por eso ahora".

- "Tiene suerte de que sólo esté en fase II".

- "Le ha fallado la quimio".

"No nos preocupemos por eso ahora' no sólo no responde a una preocupación legítima del paciente, sino que es despectivo", explican los investigadores.

Señalar que el cáncer se encuentra en una fase temprana "es presuntuoso, ya que supone que el paciente debería sentir gratitud, sin dar cabida a la ansiedad y el miedo del paciente por tener cáncer". Y, según Berry, "los pacientes no fallan a la quimioterapia sino que la quimioterapia falla a los pacientes".

Qué hay que decir

Los profesionales sanitarios pueden entablar un diálogo invitando a los pacientes y familiares a que hagan preguntas y respondan de forma sincera y reflexiva. "Deben aprender a reconocer las palabras y frases que involuntariamente asustan, ofenden o disminuyen la capacidad de actuar y trabajar para reimaginar su propia comunicación", afirman los investigadores.

"Algo tan sencillo como '¿Quiere hacerme alguna pregunta' en lugar de '¿tiene alguna pregunta?', invita a una conversación sincera", explica el investigador.

Otro ejemplo: en lugar de 'no mejorará', el médico podría decir 'me preocupa que no mejore'. De este modo, sustituye una firme predicción negativa por una expresión de preocupación.

"Es comprensible que en las facultades de Medicina se haga hincapié en la ciencia médica, pero es muy importante incorporar la formación en comunicación al plan de estudios -afirma Berry-. Una oportunidad clave es que los estudiantes y graduados de las facultades de medicina tengan magníficos comunicadores expertos y centrados en el paciente como modelos a seguir en su formación clínica durante la carrera de medicina y la residencia".