Día Mundial sin Tabaco

Estas son las nuevas secuelas que provoca fumar

Los expertos exigen reactivar el Plan de Prevención del Tabaquismo que Sanidad tiene paralizado

Consumo de tabaco
Consumo de tabacoTania NietoLA RAZÓN

A pesar de que todo el mundo sabe, y de sobra, que fumar es perjudicial para la salud, lo cierto es que todavía es necesario recordarlo, al menos una vez al año. Y eso es lo que se hace cada 31 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco que pretende echar freno a la epidemia de tabaquismo y sus letales efectos, pues el consumo de tabaco es la principal pandemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria.

Las cifras no dejan lugar a dudas: el hábito tabáquico es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de pulmón, ya que el 90% de los casos se diagnostica en población fumadora. «El humo de los cigarrillos tiene alrededor de 70 sustancias químicas que dañan el ADN, provocando mutaciones que ponen en marcha el desarrollo del crecimiento anómalo de las células, lo que puede desencadenar cáncer, también en los fumadores pasivos. Se estima que aproximadamente el 11% de las mujeres fumadoras desarrollará cáncer de pulmón, mientras que esta cifra asciende hasta el 23% cuando se trata de varones con este hábito. Y comprobamos que las personas que fuman tienen más riesgo de presentar un tumor de pulmón en la década de los 60-70 años, incluso cuando reducen el número de cigarrillos», advierte Jesús García-Foncillas, director de Oncohealth, Instituto Oncológico del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid y vicepresidente de la Fundación ECO.

Más que cáncer de pulmón

Aunque la vinculación entre fumar y cáncer de pulmón resulta directa, lo cierto es que no se trata del único tumor tras el que este hábito está detrás. «Existen 15 tipos de cáncer claramente vinculados con el consumo de tabaco, como el de boca, laringe, tráquea, esófago, estómago, páncreas, hígado, vejiga, cérvix, leucemia mieloide aguda... Además, no hay que olvidar que el pronóstico para los pacientes oncológicos que fuman es notoriamente peor frente a los que no lo hacen», añade García Foncillas.

A pesar de que el cáncer se convierte en la enfermedad más peligrosa a la que se enfrentan los fumadores, no se trata de la única. «Más del 50% de las enfermedades respiratorias que tratamos los neumólogos están asociadas al tabaco, provocando un agravamiento muy notable de patologías como la EPOC, el asma, mayor riesgo de neumonías, peor pronóstico de las infecciones respiratorias, como la Covid-19, o el desarrollo de fibrosis pulmonar, entre otras», confirma Carlos Rábade, coordinador del área de Tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ).

Pero más allá de estas relaciones obvias, «la nicotina del tabaco, además del riesgo claro de inducir un tumor, incrementa la tensión arterial, aumenta la frecuencia cardiaca, dispara los niveles de azúcar en sangre y amplifica el riesgo de patologías cardiovasculares, como el ictus o el infarto», advierte García Foncillas, quien hace hincapié en que «hay que tener en cuenta que un único cigarrillo tiene entre uno y dos miligramos de nicotina, lo que significa que son dosis importantes que resultan muy dañinas para todo el organismo».

Estancamiento

Aunque estos datos resultan rotundos, las estadísticas confirman que el 22,3% de la población mundial fuma, una cifra que resulta incluso mayor en nuestro país, ya que el 33,1% de los españoles consume tabaco a diario, según la última Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España (Edades 2022). «Duplicamos el consumo de tabaco en comparación con algunos países de nuestro entorno, por lo que resulta urgente actuar. Estamos viendo que en los últimos años se ha producido un estancamiento en la reducción del número de fumadores en nuestro país y no podemos quedarnos impasibles ante eso», alerta Rábade, quien apuesta por «reactivar el plan integral de prevención y control del tabaquismo, que fue consensuado hace dos años por las sociedades científicas, colegios médicos y asociaciones de pacientes, pero que está totalmente estancado por parte del Ministerio de Sanidad».

El reto que se plantean las autoridades europeas es que en el año 2030 solo el 5% de la población fume. «Para lograr este dato habría que subir el precio del tabaco, incluso duplicarlo, ya que así se reducirá su demanda. Además, resulta importante regular los nuevos productos emergentes del tabaco, ya sea el vapeo, el tabaco calentado o las cachimbas, pues se usan de forma indiscriminada y favorecen que muchos adolescentes caigan en esta adicción», alerta Rábade.

De hecho, el 19,2% de los adolescentes de 14 a 18 años fuma o consume algún derivado del tabaco, pero los vapeadores son los preferidos para uno de cada cinco, seguido de las cachimbas, que emplean el 14,3%, mientras que un 13,1% se decanta por los cigarrillos convencionales, según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) con motivo de la Semana sin Humo, que se celebra del 25 al 31 de mayo.

Por todo ello, el lema elegido este año para conmemorar el Día Mundial sin Tabaco es «Cultivemos alimentos, no tabaco», ya que «este resulta perjudicial para nuestra salud, para la de los agricultores y también para la del planeta, pues contribuye a ahondar la crisis alimentaria mundial. Hay que ayudar a los agricultores a cultivar productos sostenibles que mejoren la seguridad alimentaria y la nutrición de la población y no, por el contrario, un tóxico tan nocivo como el tabaco», concluye Rábade.