Opinión
Gran Bretaña y la eutanasia por razones de herencia
En Gran Bretaña las herencias están libres de impuestos si el fallecido tiene menos de 75 años
Crecen los datos de eutanasia en España y en el mundo. Aquí las solicitudes han aumentado un 33 por ciento, un 15 por ciento cada año, si bien una cuarta parte de las personas que lo solicitan fallecen antes de tener aprobada la petición. Pero llama la atención en caso del Reino Unido, no por las cifras de peticiones crecientes sino porque a finales del pasado mes, la Cámara de los Comunes aprobó un «Proyecto de ley sobre adultos con enfermedades terminales», que permite a enfermos en etapas finales, siempre que sean mayores de 18 años, pedir la eutanasia para evitar ser una «carga económica» para sus herederos. Se explica en el hecho de que en Gran Bretaña las herencias están libres de impuestos si el fallecido tiene menos de 75 años, pero si el fallecido muere con más de 75, los herederos deben pagar hasta un 45 por ciento en impuestos. Lo que suscita la disyuntiva, a muchas personas enfermas terminales que no han cumplido los 75, de poder pedir la eutanasia para no acabar perjudicando a sus herederos.
El arzobispo de Cardiff, en Gales, ha salido al paso con críticas diciendo que si el proyecto prospera, afectará sobre todo a las personas más vulnerables económicamente, «que se sentirán en riesgo».
En el estado norteamericano de Oregón, modelo para muchos del suicidio asistido, más del 47 por ciento de los que lo aceptan subrayan que prefieren no ser una carga para la familia, los amigos y los cuidadores, y que por eso piden la eutanasia.
El arzobispo recuerda que Bélgica ha ampliado un permiso inicial, que era solo para adultos, para permitir la eutanasia voluntaria de niños: «eutanasia para anorexia nerviosa, para alguien que se arrepintió de una reasignación de género, gemelos que temían perder la vista», etcétera.
La polémica está servida.
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