Entrevista

«La hematología española prueba su gran momento en el congreso ASH»

«Estamos viendo ahora el impacto real de la covid en nuestros pacientes, cómo ha matado a muchos e interferido en los resultados de los ensayos que estaban en marcha», cuenta Ramón García Sanz, jefe de la Unidad de Biología Molecular del Hospital de Salamanca

Ramón García Sanz
Ramón García SanzSEHHSEHH

Acaba de celebrarse la 65ºReunión Anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), una edición de retorno a la normalidad real tras la covid con una asistencia parecida a la de otros años: 30.000 asistentes, 25.000 presenciales y 5.000 virtuales, prácticamente igual que en 2019. Un congreso que ha traído muchísimas novedades.

En su opinión, ¿qué ha sido lo más destacado?

Hay varias novedades destacables en hemato-oncología, el área al que me dedico. Ya tenemos muy instaurada en toda la especialidad la metodología de la enfermedad mínima residual. Algo que está muy presente prácticamente en todos los ensayos y comunicaciones es la utilización de las técnicas de secuenciación de nueva generación para evaluar bien a los pacientes de una forma más exacta. La medicina de precisión se está imponiendo. También hemos visto un cambio en el estándar del tratamiento en mieloma múltiple (MM), y ya se ha demostrado con dos ensayos diferentes que los anticuerpos monoclonales anti-CD38 se tienen que poner en la primera línea de tratamiento. En otras patologías, como en el síndrome linfoproliferativo, la leucemia linfocítica crónica (LLC), el linfoma folicular o la macroglobulinemia de Waldenström (MW), se están imponiendo nuevas combinaciones y tratamientos con fármacos como los inhibidores de BTK e inhibidores de BCL-2. Otra de las cosas que me ha llamado muchísimo la atención es cómo se está viendo ahora el impacto real de la covid en nuestros pacientes. Hemos visto como ha matado a muchos enfermos y ha interferido muchísimo en los resultados de los ensayos que estaban en marcha, por lo que tenemos que ser un poco flexibles a la hora de interpretarlos, para que la covid no sea también capaz de destruir el futuro de muchos nuevos proyectos.

Tras este encuentro, ¿qué momento considera que vive la Hematología española?

El momento de la Hematología es muy bueno, francamente bueno. Durante la celebración del ASH ha habido grandes esfuerzos y una buena representación por parte de la Hematología, destacando las comunicaciones de grupo españoles que se han realizado sobre el mieloma. Además, se han presentado comunicaciones sobre la enfermedad mínima residual, en citometría de flujo con tecnología molecular y con espectrometría de masas lideradas en gran parte por españoles. Y en leucemia mieloblástica también tenemos una gran apuesta hecha por parte de los grupos españoles.

"Muy pocos hospitales tienen algún psicólogo dedicado a ayudar a los enfermos con cáncer"

Conscientes de que ha habido recientes avances en patologías como la LLC, MW o el MM, ¿qué papel han tenido estas patologías en el ASH?

Evidentemente, son las estrellas de los grupos españoles y aquí hemos presentado muchísimas comunicaciones, como la de espectrometría de masas o los cambios de tratamiento en la macroglobulinemia de Waldenström, también presentada por investigadores españoles. La serie de Waldenström ha tenido una gran aceptación. Los estudios de enfermedad mínima residual o incluso algunos ensayos de cuestiones básicas en mieloma múltiple son también de grupos españoles muy acertados.

¿Qué hace falta para seguir avanzando en esta especialidad en nuestro país?

El camino está marcado y lo tenemos que continuar. Hay que seguir apostando por una Hematología que nos permita integrar el laboratorio con los grupos clínicos para poder avanzar. Esto es una cosa que siempre hemos destacado en España y que tenemos que seguir manteniendo. Los clínicos tenemos que seguir participando en estudios básicos para conseguir una Hematología translacional real. Tenemos que seguir demandando financiación por parte de las autoridades y que nos permitan seguir colaborando con las empresas farmacéuticas, que han sido siempre un valor fundamental que nos ha permitido desarrollar muchos proyectos. Tenemos que seguir apostando por las nuevas metodologías en el laboratorio, acciones como Next Generation Secuencing o biología molecular aplicada a la Hematología, que nos ha dado muchísimos resultados y, sobre todo, muchos beneficios para los pacientes. Esto nos permitirá obtener un gran valor para nuestra especialidad, que es lo que hace que hayamos tenido tanto éxito hasta ahora.

La salud mental está cobrando cada vez más relevancia también en cáncer. ¿Se ha dedicado algún espacio para hablar de la importancia/relación entre esta y la atención oncológica?

En este congreso siempre hay espacio para muchos aspectos generales. Hablamos de salud mental, de inclusión, de acceso y de pobreza. Y también ha habido sitio para la salud mental que, por desgracia, en nuestro país vamos un poquito atrasados, específicamente en el soporte a los pacientes con cáncer. No nos encontramos con una buena situación, y es que son muy pocos los hospitales que tienen algún psicólogo dedicado a ayudar a los pacientes a manejar situaciones tan angustiantes como la de tener cáncer. Esto es un deber que tenemos que reforzar en España. Creo que con la nueva ola que está surgiendo en nuestro país, a propósito de esta situación de apoyar a la salud mental, tendremos que hacer un esfuerzo para que sean los pacientes con cáncer los que se vean beneficiados.