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Lupe Martínez: «Usar radioligandos plantea un nuevo paradigma en Oncología»

Novartis desarrolló en 2023 más de 240 ensayos clínicos en España, y más del 60% se centraron en cáncer

Lupe Martínez
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Bajo el prisma de reinventar la medicina, Lupe Martínez, directora médica de Novartis, trabaja junto a su equipo de forma incansable para cercar al cáncer.

¿Qué peso tiene la Oncología en la investigación de Novartis?

Tuvimos más de 240 ensayos clínicos en España en 2023 y más del 60% centrados en cáncer. Contamos con uno de los «pipelines» más innovadores del sector, con más de 50 registros terapéuticos en desarrollo en 30 indicaciones en tumores sólidos, hematología y terapias génicas y celulares. En España, uno de cada cuatro ensayos en oncohematología en fases tempranas está promovido por Novartis.

¿Cómo abordan el cáncer?

No existe una única forma de tratar el cáncer. Hoy en día somos la única compañía que, además de los esfuerzos en dos plataformas tecnológicas consolidadas (química y bioterapéutica), está dando prioridad a tres plataformas emergentes (terapia génica y celular, terapia con radioligandos y xRNA) para seguir invirtiendo en nuevas capacidades de I+D y ampliación de la escala de fabricación.

¿Qué papel juega España?

Es líder en investigación científica a nivel internacional. En 2022 se autorizaron más de 900 ensayos clínicos, y el cáncer es el área que más acapara, especialmente en las fases tempranas, con el 48% del total de estudios en fase I y II durante 2023 en España. Es un país en el que existe un gran talento investigador y un compromiso sólido de las instituciones y de los profesionales sanitarios para impulsar una investigación cada vez más precisa, personalizada y predictiva. Actualmente, tenemos en marcha en España 146 ensayos clínicos en Oncología con los principales centros de investigación españoles.

¿Cómo han avanzado las terapias dirigidas en este terreno?

La medicina de precisión se ajusta al perfil genético y molecular de la enfermedad de cada paciente, permitiéndonos actuar de forma selectiva y, por lo tanto, mucho menos agresiva. Estamos centrados en este enfoque porque, no solo nos permite ser más efectivos y mejorar la supervivencia, sino que también mejoramos la calidad de vida, algo prioritario dentro de nuestra estrategia de investigación. También trabajamos junto al ecosistema sanitario para impulsar el diagnóstico molecular en todos los pacientes con cáncer para que puedan acceder a estos tratamientos y generar un mayor conocimiento sobre la enfermedad.

Una de las grandes novedades en la que trabajan son los radioligandos. ¿Cómo funcionan?

Son una forma innovadora de terapia dirigida que combina un compuesto de precisión (ligando), que localiza las células cancerosas en cualquier parte del cuerpo, con una partícula radioactiva (radioisótopo). La llegada de este novedoso enfoque terapéutico permite emitir radiación dirigida, atacando directamente al tumor. De este modo, se limita el daño al tejido sano circundante. En Novartis estamos apostando decididamente por esta línea y tenemos abiertos seis ensayos clínicos con ello.

¿Será la gran revolución?

Sin duda, el uso de los radioligandos plantea un nuevo paradigma en el tratamiento del cáncer. Nos ofrece la capacidad de alcanzar de forma selectiva todas las localizaciones del tumor y reducir los efectos secundarios en tejidos sanos. Estamos trabajando en su aplicación a distintos tumores sólidos, de diferentes localizaciones.

¿Resulta accesible y viable?

La llegada de la terapia con radioligandos ha abierto una puerta de esperanza a los pacientes al constituir un tratamiento diferencial que aporta mejor calidad de vida y menor toxicidad. Los beneficios de su uso para la sociedad son indiscutibles y por lo tanto merece la pena trabajar en el desarrollo de equipos multidisciplinares para superar los desafíos estructurales y logísticos que esta nueva terapia puede plantear. Colaboramos con todos los actores del sistema de salud para que los pacientes puedan disponer de este nuevo tratamiento. En España hay unos 60 hospitales que ya manejan los radioligandos y esto convierte a nuestro país en uno de los punteros en Europa.

¿Qué ventajas aporta su uso?

Una de las mayores es su capacidad para llegar a todas las localizaciones del tumor, incluso cuando se ha diseminado a través del torrente sanguíneo. Esto es beneficioso en casos de cáncer avanzado o metastásico, donde otras terapias pueden ser menos efectivas. Además, la medicina nuclear combina diagnóstico y terapia, lo que facilita la identificación precisa de tumores, así como su tratamiento inmediato. Esto puede mejorar a la eficacia y reducir el tiempo necesario para tomar decisiones terapéuticas. Otra ventaja es que pueden adaptarse a las características moleculares específicas de cada paciente y tipo de cáncer, facilitando el diseño de tratamientos individualizados y la optimización de la terapia según la respuesta del paciente.

¿En qué tumores avanza más?

Comenzamos a explotar el potencial de la terapia con radioligandos en el tratamiento de tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos, un grupo de enfermedades raras y difíciles de diagnosticar, con excelentes resultados. Hemos seguido investigando el potencial en el cáncer de próstata, logrando importantes beneficios en la supervivencia de pacientes con cáncer de próstata metastásico resistente a la castración, así como en diversos programas de diagnóstico. Además, su uso también se está desarrollando para pacientes con tumores sólidos como el de mama, pulmón, páncreas o glioblastoma.

¿A qué retos se enfrentan?

Su uso requiere equipos multidisciplinares e infraestructura en medicina nuclear que debe contemplar salas adaptadas o equipamiento para la exploración por tomografía por emisión de positrones. Otro punto es la necesidad de garantizar la formación y la experiencia de los profesionales involucrados y optimizar las rutas asistenciales.

¿Cómo imagina el abordaje del cáncer dentro de una década?

Confío en que estaremos mucho mejor preparados para diagnosticar y tratar los distintos tipos de pacientes con cáncer, de forma que ya no constituya un diagnóstico con mal pronóstico para muchos. La ciencia avanza a pasos agigantados y la llegada de la medicina de precisión está abriendo un mundo de posibilidades para mejorar la supervivencia y la calidad de vida, logrando que el cáncer no solo sea una enfermedad curable, sino también una con la que se puede convivir durante muchos años. En este sentido, resulta muy necesario que todos los que estamos implicados en el abordaje del cáncer fomentemos la evolución de los sistemas sanitarios para permitir una introducción eficiente de toda la innovación científica, configurar nuevos modelos asistenciales que garanticen el abordaje temprano y efectivo de la enfermedad, y avanzar hacia un modelo de salud cada vez más preventivo y predictivo.