
Oncología
La medicina de precisión planta cara al cáncer pulmonar
Adaptar el abordaje a la singularidad molecular del tumor mejora el pronóstico

Pronunciar la palabra cáncer suele implicar un vértigo difícil de asumir en los pacientes, pero hablar de esta enfermedad permite concienciar sobre las posibilidades de su prevención y sobre el potencial que tiene el diagnóstico precoz a la hora de lograr un buen pronóstico. Se estima que en nuestro país habrá 286.664 casos de cáncer durante 2024, lo que significa un 2,6% más que en 2023, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). Y de todos ellos el carcinoma de pulmón será uno de los más frecuentes, pues se calcula que se diagnosticarán 32.768 nuevos casos, tan solo superado por el de colon y recto y el de mama.
El carcinoma de pulmón es el que provoca mayor número de fallecimientos en nuestro país, con unas 23.000 muertes anuales, y apenas un 15% de supervivencia a los cinco años, fundamentalmente porque en más del 70% de los casos se encuentra en fase avanzada en el momento del diagnóstico, lo que demuestra la urgencia de concienciar sobre él. «Se trata de una enfermedad muy compleja y heterogénea que comprende distintos subtipos, siendo el pronóstico y el tratamiento muy diferente entre ellos. En función del tamaño y morfología de las células malignas, el cáncer de pulmón se clasifica en dos grandes grupos: carcinoma de células no pequeñas o no microcítico, que representa el 85% de los casos, y carcinoma de células pequeñas o microcítico, que supone el 15% restante. A su vez, dentro del carcinoma de células no pequeñas se distinguen distintos subtipos. Esta diferenciación es clave a la hora de decidir el tratamiento», explica la doctora Berta Hernández, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de la Princesa, en Madrid.
Abordaje
Detallar las diferencias entre los diferentes tipos de cáncer de pulmón resulta determinante a la hora de mejorar el pronóstico. «Son tumores totalmente distintos en cuanto a comportamiento, tratamiento y pronóstico», argumenta la doctora Hernández. El cáncer de pulmón no microcítico se origina en las células epiteliales y el microcítico en el tejido neuroendocrino del epitelio bronquial. «El microcítico ocurre casi exclusivamente en fumadores y se caracteriza por su rápido crecimiento y agresividad, siendo el de peor pronóstico. Dentro del no microcítico, el adenocarcinoma es el más frecuente, de mejor pronóstico y menos asociado con el tabaco», detalla.
En este escenario, «el cáncer de pulmón ALK positivo supone aproximadamente el 3-5% de los casos de tumor de pulmón no microcítico. Es más habitual en pacientes no fumadores o poco fumadores y suele presentarse a edades más tempranas, siendo algo más frecuente en mujeres. Se debe a una translocación, es decir, un intercambio de información entre el gen ALK y otro gen, formando lo que se conoce como un oncogen. Se desconoce el motivo por el que las células presentan esta alteración genética, y por este motivo, a día de hoy no existe ninguna posible prevención. Sin embargo, «constituye actualmente el paradigma de la medicina de precisión, siendo el subtipo con mayor supervivencia, que en algunos pacientes puede llegar a ser de muchos años», detalla la oncóloga.
El secreto de esa supervivencia reside en que en la última década se han producido importantes avances en el conocimiento de las bases moleculares del cáncer de pulmón, que han llevado a la incorporación de nuevas estrategias terapéuticas como la inmunoterapia (que actúa sobre el sistema inmune del paciente haciéndolo más activo contra el tumor) y la terapia dirigida frente a alteraciones moleculares específicas. «En la actualidad, cada subtipo de cáncer de pulmón se trata de forma diferente en base a su perfil histológico y molecular por lo que es fundamental realizar un diagnóstico muy preciso que permita seleccionar el mejor tratamiento para cada paciente. Este abordaje ha permitido mejorar de forma muy importante el pronóstico de esta enfermedad, consiguiendo en algunos pacientes, supervivencias muy prolongadas», explica la doctora Hernández.
Prevenir el cáncer de pulmón
La principal recomendación para evitar el desarrollo de cáncer de pulmón es «no fumar o abandonar el tabaquismo, ya que causa el 85% de los casos de cáncer de pulmón en hombres y el 60-70% en mujeres. Es clave educar desde la infancia en evitar el tabaco, así como el uso de vapeadores o cigarrillos electrónicos, ya que suponen especialmente entre los jóvenes la puerta de entrada al tabaquismo», aconseja la doctora Hernández, quien añade que «también existen otros factores de riesgo como el radón, la polución del aire, asbesto o factores hereditarios, por lo que se deberían tomar medidas de prevención en este sentido».
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