Al sofá no
Ocho claves para conciliar un sueño de calidad y prevenir enfermedades crónicas en personas mayores de 65 años
Entre las recomendaciones se incluye favorecer el ejercicio físico durante la tarde o no dormirse en el sofá
Mantener una buena calidad de sueño es fundamental para la prevención de enfermedades crónicas, especialmente en personas mayores, según la psicóloga Nuria Roure, miembro de la Sociedad Española del Sueño. Roure, autora del libro "Por fin duermo" y la primera española especialista Somnologist acreditada por la European Sleep Research Society, destaca que las personas mayores son más propensas a sufrir enfermedades como obesidad, hipertensión, diabetes, alteraciones cardíacas o demencias. Estudios científicos respaldan la conexión entre una baja calidad del sueño y la aparición de estas patologías, subrayando la importancia de garantizar un sueño de calidad y cantidad como factor protector.
Con el reciente cambio de horario de invierno, se observa que dos grupos de población, niños y personas mayores, son más propensos a experimentar efectos secundarios debido a la alteración del ritmo circadiano. Entre los síntomas comunes se encuentran la irritabilidad, la alteración del apetito, la falta de atención y concentración, así como la somnolencia.
En el caso de las personas mayores de 65 años, el horario de invierno puede propiciar el llamado 'síndrome del adelanto de fase', donde experimentan somnolencia antes de lo habitual y se despiertan temprano por la mañana. Este fenómeno se atribuye a la falta de estímulos lumínicos y ambientales a partir de la tarde.
Para revertir este síndrome y mantener un ritmo de sueño adecuado, Roure sugiere que el horario de sueño ideal para las personas mayores debería ajustarse entre las 22:30 y las 8:00. En colaboración con Durcal, una empresa especializada en tecnología para el cuidado de personas mayores, la experta ofrece ocho consejos para lograr un descanso de calidad.
Ocho consejos para lograr un descanso de calidad
Entre las recomendaciones se incluye favorecer el ejercicio físico durante la tarde, realizar actividades antes de las 20:00h, cenar de forma ligera entre las 20:00 y las 20:30h, esperar unas 2 horas antes de dormir para permitir la digestión, evitar quedarse quieto después de cenar y no dormirse en lugares distintos a la cama.
La especialista también subraya la importancia de ir a la cama solo para dormir, evitando el uso de dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarse. También sugiere la inclusión de actividades relajantes en la rutina nocturna, como ducharse, escuchar música relajante, o practicar yoga.
A pesar de seguir estas pautas, Roure advierte que si persiste el insomnio y aparecen síntomas como somnolencia diurna, irritabilidad o falta de concentración, es esencial consultar a un especialista en alteraciones del sueño para un análisis más profundo del caso.
✕
Accede a tu cuenta para comentar