Investigación
El potencial de unir fuerzas frente a la covid y la gripe
El Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria y el Mount Sinai de Nueva York colaboran en un trabajo científico
Sumar fuerzas para alcanzar una meta común siempre es una buena idea. Más aún cuando se trata de una cuestión de salud. Y así lo defiende el doctor Enrique Bernal, actual jefe de sección del Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia e investigador del Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria Pascual Parrilla (IMIB), quien actualmente colabora con el equipo del prestigioso virólogo Adolfo García Sastre, director del Global Health and Emerging Pathogens Institute de la Icahn School of Medicine del Hospital Mount Sinai de Nueva York (EE UU).
La colaboración a largo plazo entre el doctor Bernal y el equipo del doctor García Sastre se centra en esclarecer cuáles son los factores genéticos e inmunológicos que determinan la progresión a una enfermedad grave. Tras esta investigación se espera que los resultados puedan contribuir a la formulación de fármacos que hagan posible revertir el cuadro patológico de los pacientes con escenarios más graves. En este sentido, una de las incógnitas que está aún por resolver es dilucidar qué determinantes están implicados en la evolución desfavorable de los pacientes con infección por SARS-CoV-2. Es decir, ¿por qué unos presentan un cuadro leve e incluso asintomático y, sin embargo, otros acaban desarrollando una enfermedad grave que los puede llevar a la UCI e incluso a la muerte?
Desde el principio de la pandemia de la Covid-19 se puso de manifiesto que la edad y la presencia de comorbilidades como las enfermedades cardiovasculares, la obesidad o el cáncer eran factores que influían de forma negativa en la evolución de los pacientes. La investigación ha intentado averiguar qué diferencias había entre los afectados con cuadros graves y leves, y qué factores influían en la progresión clínica, más allá de los factores de riesgo que presentaban. Los resultados han sido numerosos y diversos donde se han implicado multitud de causas.
El papel de la genética
Sin duda, la genética individual juega un papel evidente en la pandemia. Así, la expresión de determinados genes o la falta de ésta pueden dar lugar a que el paciente responda de forma apropiada o no a un proceso infeccioso. Por otro lado, la inmunidad es clave en el control de toda infección y aunque puede estar condicionada genéticamente, el propio virus podría ser capaz de facilitar el desarrollo de una respuesta inmune aberrante que determine el fatal desenlace.
Cuando se produce una infección esta deja una huella inmunológica en las personas que la padecen. En el caso de los virus esta memoria puede alterar la respuesta inmunológica cuando se produce una infección por un virus diferente pero similar al primero. Este proceso puede resultar protector, pero lo cierto es que en otras ocasiones es todo lo contrario. Este fenómeno se ha descrito en virus como la gripe y en el caso del coronavirus tendrían importancia con el surgimiento de las nuevas variantes y con el impacto de las vacunas.
Lo que se conoce hasta el momento es que el SARS-CoV-2 es un coronavirus que comparte muchos genes y proteínas con los coronavirus estacionales que causan el resfriado común. Actualmente, se desconoce el impacto que podrían tener las infecciones previas por estos virus en la evolución de los pacientes con Covid-19. Aunque se espera que, por una parte, podrían haber estado estimulando al sistema inmune durante años y, por lo tanto, ayudar a controlar mejor la nueva infección, lo cierto es que también podrían provocar todo lo contrario y dar lugar a una respuesta alterada que cuyas consecuencias todavía desconocemos.
Resfriados estacionales
Uno de los múltiples proyectos que se están llevando a cabo en el laboratorio del doctor Adolfo García Sastre y que va de la mano de la doctora Teresa Aydillo trata de esclarecer esta incógnita evaluando el impacto que puedan tener los coronavirus estacionales en la evolución de los pacientes con Covid-19, pero no solo se quedan aquí, sino que también tratan de averiguar determinantes en la progresión clínica de otras infecciones respiratorias como el virus respiratorio sincitial (VRS) que todos los años hace estragos, especialmente en niños pequeños, dando lugar a múltiples ingresos hospitalarios; y el virus de la gripe, que hace lo propio, principalmente en la población más vulnerable, como son los ancianos, personas inmunodeprimidas y aquellos pacientes con comorbilidades.
Una dilatada experiencia científica
El Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) es la unión de investigadores del ámbito biosanitario que pertenecen al Servicio Murciano de Salud y/o a las Universidades de la Región de Murcia. Actualmente, dispone de un total de 1.123 investigadores que trabajan en 60 grupos de investigación. En concreto, cuentan con 320 trabajos en activo y 247 ensayos clínicos en marcha. Además de la faceta científica, cumplen una importante labor formativa y de divulgación sanitaria a través de la organización de numerosas jornadas y realización de conferencias.
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