Congreso ESCMID 2025

El problema de la anomalía española en enfermedades infecciosas

A partir de 2025 la Unión Europea de Médicos Especialistas realizará un examen a nivel europeo para homologar su formación

Enfermedades infecciosas
Mapa de los países europeos en los que la especialidad de Enfermedades infecciosas está aprobadaT. GallardoLa Razón

La reciente pandemia de Covid-19 puso de manifiesto el desafío que suponen las infecciones emergentes en las necesidades de formación y la capacidad de respuesta de los sistemas sanitarios. Y es que las infecciones y el aumento de la resistencia a los antimicrobianos amenazan significativamente la salud pública mundial, lo que requiere experiencia médica especializada y sistemas de salud resilientes.

Es por ello que el reconocimiento de las enfermedades infecciosas (EI) como una especialidad diferenciada y la armonización de la formación son cruciales para mejorar la resiliencia y la capacidad de respuesta de los sistemas de salud en Europa. Eso es lo que asegura el estudio «Formación especializada en enfermedades infecciosas en Europa», realizado por la sección de Enfermedades Infecciosas de la Unión Europea de Médicos Especialistas (UEMS-ID) y presentado en El congreso de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Escmid 2025), que se celebra desde el viernes y hasta el martes 15 de abril en Viena.

En el mismo, y en el que ha participado la Sociedad Española de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (Seimc), se analiza el estatus actual de la formación de los especialistas europeos en enfermedades infecciosas (generales y pediátricas) y Medicina Tropical en los 35 países europeos.

El objetivo: determinar la estructura de los programas de formación y la evaluación de la formación de los médicos para convertirse en especialistas en Europa y documentar la oferta de especialistas, aprendices y centros de formación en cada país, reexamina las tendencias y disparidades actuales en la formación de posgrado en EI en toda Europa en la era post Covid-19. Además de fundamentar la formulación de políticas y diseñar acciones estratégicas para fortalecer la preparación y la respuesta ante las infecciones.

Tal y como explica José María Miró, uno de los autores del estudio y portavoz de la Seimc «27 países de los 35 analizados (77%) reconocen las enfermedades infecciosas como una especialidad independiente, y en siete (20%) como una subespecialidad. Por otro lado, España es el único que no reconoce oficialmente la especialidad. En los países que la tienen aprobada, la formación dura cinco años (mediana general de los programas), con una rotación inicial en Medicina Interna de dos. Además, en estos países, suele haber una evaluación al final de la residencia en el 90% de los casos. En este sentido, a partir de 2025, la UEMS realizará un examen a nivel europeo para homologar la formación en EI. Este año se ha hecho de forma piloto cuyos resultados se presentan en el congreso».

«Si se creara un Área de Capacitación Específica (ACE), en España se impediría que los médicos españoles acreditados por este sistema pudieran trabajar en Europa, ya que no tendrían la formación específica requerida y estaríamos desalineados con las recomendaciones europeas. Del mismo modo, los jóvenes médicos europeos no podrían trabajar en España ya que no tendrían la especialidad de medicina interna. Por tanto, se impediría la libre movilidad de especialistas en la Unión Europea. Además, las plazas asociadas a la ACE supondrían un 40% más de gasto que aquellas relacionadas con el sistema MIR en España», explica Miró. De hecho, puntualiza, «en Francia hubo una especialidad ACE y se acabó viendo que no era el mejor camino, por lo que se creó la especialidad. Debemos evitar cometer este tipo de errores».

Pero, ¿qué supone que en España no exista? «La consecuencia más importante es que se impedirá el recambio generacional; una circunstancia que ocurre desde hace muchos años. Ya está creada la infraestructura, hay más de 100 hospitales que cuentan con servicios de enfermedades infecciosas independientes de Medicina Interna, incluso unidades. Lo que ocurre es que a muchos estudiantes les gustaría poder hacer el MIR de infecciosas, pero se tienen que decantar por otras especialidades al no haber especialidad. Es decir, la semilla de talento se ha desaprovechado. Todos aquellos que nos dedicamos a las EI nos hemos autoformado. Lo que queremos es que las nuevas generaciones de médicos puedan tener una formación reglada de excelencia a través del prestigioso sistema MIR».

40 plazas MIR al año

«Desde Seimc llevamos 30 años tratando de convencer con razones técnicas a las autoridades sanitarias de que la creación de la especialidad es necesaria. La realidad es que debe crearse, sin que esto genere ningún problema en otras especialidades, ya que los servicios existen. Su creación servirá para reconocer a los 600-700 infectólogos que trabajan en los 100 servicios de enfermedades infecciosas existentes en nuestro país –asegura Miró–. Además, se ha calculado el número de plazas MIR que habría: 40 al año en España. Con esto, quiero decir que no se produciría una sobrecarga del programa MIR, sino más bien una redistribución de los médicos que se formarán. De este modo, daremos respuesta a la necesidad acuciante que representan los nuevos retos en EI», concluye.