Ginecología

¿Qué es la cesárea «provínculo» y por qué es buena?

Cada vez más hospitales apuestan por la participación de la pareja durante la intervención quirúrgica del parto

Cesárea acompañada por el padre
Cesárea acompañada por el padreFREEPIKFREEPIK

El parto vaginal siempre se considera la primera opción para traer a un bebé al mundo. Sin embargo, en España el parto natural se convierte en un acto mucho más medicalizado que en el resto de los países de Europa y la tasa de cesáreas está diez puntos por encima de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el último informe de salud perinatal publicado por Euro-Peristat.

En este escenario, los expertos coinciden en que resulta fundamental apostar por la cesárea «provínculo», «aquella en la que la mujer está acompañada por su pareja, una opción que ya se está convirtiendo en el nuevo paradigma de la atención obstétrica en los países desarrollados, y también en España», confirma José Alcolea, ginecólogo del Hospital San Juan de Dios de Córdoba, que esta semana ha participado en el 37º Congreso de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

El miedo a contar con el acompañante en el momento del parto instrumentalizado parece haberse perdido, y la evidencia lo avala, ya que «este tipo de cesáreas no difiere en el proceso clínico y quirúrgico del resto de cesáreas convencionales, y no supone mejoras clínicas en el parto como tal, pero sí en el aspecto emocional, ya que se trata de un proceso más humanizado en la asistencia a las gestantes, con la presencia en todo momento de las parejas, padres, o incluso algún familiar de la mujer, a la que acompañan desde que realizan su ingreso hospitalario hasta que termina el parto por cesárea, y posteriormente también en el resto de su ingreso hasta el alta médica de la paciente», asegura Alcolea. En concreto, el ginecólogo presentó en el Congreso la experiencia del Hospital San Juan de Dios de Córdoba y, «aunque aún no hay estudios o registros sobre este tipo de procedimientos en los hospitales españoles, a priori, vemos que la mayoría de las mujeres que tiene un parto por cesárea prefiere estar acompañada en esos momentos difíciles. Podemos contribuir a hacer extraordinaria una experiencia que para los profesionales puede ser rutinaria, pero que es una vivencia única para la madre y su pareja».

El peligro de la obesidad

La obesidad se ha convertido en un problema de salud que también impacta en la gestación, hasta el punto de que se convierte en un factor de riesgo para que el parto sea por cesárea, tal y como constata un nuevo estudio desarrollado por ginecólogos del Hospital Universitario La Paz de Madrid dado a conocer esta semana durante el Congreso de la SEGO.

Entre las complicaciones obstétricas asociadas a la obesidad durante el embarazo destaca el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades como la preeclampsia, tener una cesárea en el parto y una mayor dificultad técnica para detectar malformaciones fetales en las ecografías. En concreto, los investigadores determinaron un mayor porcentaje de pacientes con alto riesgo de preeclampsia en aquellas embarazadas con mayor IMC, que alcanzó el 19% y 23% en las que tenían obesidad I y obesidad II respectivamente. En cuanto a los resultados perinatales, el estudio registró una mayor tasa de cesárea en mujeres con sobrepeso y obesidad (35,3% y 48,5%), con un riesgo importante en el grupo de IMC mayor de 30.

Entre las conclusiones del estudio, los autores señalan que la optimización del peso materno desde una consulta preconcepcional podría ser la herramienta más eficaz para prevenir los resultados perinatales adversos en las gestantes con obesidad, junto a un abordaje multidisciplinar a través de profesionales sanitarios cualificados.