Paciente
Lo que hay que hacer para evitar una segunda hernia discal
La edad, la predisposición genética, la obesidad, el sedentarismo, el tabaco y los factores mecánicos explican las hernias. Pero, ¿qué ejercicios se deben eludir?
La hernia discal produce un intenso dolor, un pinzamiento bien al comprimir la raíz nerviosa adyacente o bien por la degeneración del disco vertebral.
«Las causas de las hernias discales son múltiples. Pero se pueden destacar seis factores principales: la edad, la predisposición genética (sobre las cuales no podemos actuar), la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y factores mecánicos relacionados con nuestra actividad física y laboral (el exceso de cargas, los movimientos reiterados de flexión y extensión de columna o la actividad física de alto impacto)», explica el doctor Iván Zabaleta, especialista en Neurocirugía y Endoscopia de columna del Instituto Clavel en el Hospital Quirónsalud Barcelona.
En la mayoría de los casos, el dolor remite con un tratamiento conservador sin cirugía. Es decir, con medicamentos y rehabilitación. Sin embargo, aproximadamente un 10% de los pacientes requerirán una intervención quirúrgica para su tratamiento.
Con el fin de evitar que vuelva este dolor intenso y punzante, «el ejercicio de fuerza, sin impacto, ojalá con el peso corporal propio y que incluya estiramientos», es el ejercicio físico que el especialista recomienda realizar tanto en el caso de aquellos pacientes que se han operando como para los que no se han sometido a procedimientos terapéuticos para sus respectivas hernias discales.
En este sentido, «el pilates “reformer” (o de máquina), el pilates de suelo, el yoga, el ejercicio “funcional” (de las famosas aplicaciones de HIIT), el caminar, la bicicleta de camino o estática, la elíptica o la marcha nórdica, además de la natación, son excelentes ejercicios que ayudan a disminuir el peso corporal, adquirir masa muscular y tener una elasticidad óptima para evitar o tratar las hernias discales», detalla el doctor Zabaleta.
Ahora bien, para evitar el riesgo de recaída hay que ser cauteloso y evitar realizar una actividad física intensa de forma precoz.
Tabaco y trabajos
En este sentido, el especialista del Hospital Quirónsalud Barcelona destaca que «hay que evitar los ejercicios físicos que incluyan impacto, levantar sobrecargas de peso, donde haya muchos saltos o posiciones forzadas o prolongadas de flexión y extensión de la columna».
«Para un paciente post-operado, es importante entender que, tras la cirugía exitosa, el principal riesgo es la recidiva de la hernia, por lo que debe guardar un reposo deportivo relativo durante unas semanas hasta que la “zona de debilidad” por la cual se ha provocado la hernia termine de cicatrizar del todo», incide.
También tienen más riesgo de recidiva aquellas personas con trabajos donde se manejan cargas pesadas o posturas forzadas.
Además, resulta fundamental dejar el hábito tabáquico. Los pacientes fumadores tienen mayor riesgo de sufrir una recaída, ya que el tabaco impide una correcta cicatrización del área intervenida al impedir el crecimiento de los vasos sanguíneos que deben ayudar en esa función.
Unas recomendaciones fundamentales, ya que tras haberse sometido a una intervención, el riesgo de sufrir una segunda hernia discal en el mismo sitio, con dolor de espalda y con ciática, por desgracia, existe. En concreto, en «el primer mes y en el mismo disco que existía la hernia previamente, que es el momento de mayor riesgo, ese riesgo es de en torno a un 6%. Este porcentaje aumenta a un 10% el primer año y se estabiliza en un 15% más adelante», precisa el especialista.
«Este riesgo –prosigue el doctor Zabaleta– aumenta si el paciente es obeso, realiza actividad física intensa precozmente, es joven, es fumador o padece una hernia que nace de un defecto en el disco muy grande».
Y es que «no todas las hernias son iguales y no todos los dolores de espalda cuando hay una hernia se deben a la hernia misma», precisa el especialista.
¿Operarse o posponerlo?
Depende de cada caso, pero de todas formas es importante primero que el médico «esté seguro de que el problema es la hernia y no otra cosa. Segundo, la cirugía ha cambiado mucho en los últimos años. Las nuevas tecnologías (sobre todo la endoscopia de columna) han dejado atrás el mito que operarse una columna era algo peligroso e invasivo. En manos expertas, es un procedimiento seguro y de recuperación bastante rápida e indolora. Finalmente, es importante tener una conversación sobre los beneficios y desventajas de atrasar un procedimiento quirúrgico, ya que una hernia aguda es mucho más fácil de operar que una hernia que lleva años en el sitio y que ha sido infiltrada en múltiples ocasiones», recomienda el doctor.