Salud
¿Qué es un tumor cancerígeno? Claves para entender el diagnóstico de Borja Sémper
El portavoz del PP ha revelado que padece un tumor cancerígeno. Pero, ¿qué significa realmente eso? ¿Es lo mismo un tumor que un cáncer? ¿Puede desaparecer? Te explicamos las claves para entender la diferencia entre tumor benigno y maligno, cómo se detecta y qué síntomas deben alertarnos
Borja Sémper acaba de hacer público que padece cáncer, motivo por el cual se apartará de manera de la primera línea política para centrarse en su tratamiento. El portavoz nacional del Partido Popular, cuenta que «hace unos días» le descubrieron un «tumor cancerígeno» en el contexto de un chequeo médico habitual. «Me va a llevar a someterme a un tratamiento exigente», comenta, por si «afectara a mi físico». Sobre el pronóstico, el portavoz dice que «ha sido una suerte que se haya encontrado en un estadio tan primario».
Aunque no ha compartido qué tipo de cáncer padece, el hecho de que haya sido en un control rutinario apunta a los sospechosos habituales, como el cáncer de colon, el tumor más diagnosticado en España. También son comunes el de pulmón o el de próstata. En cualquier caso, la noticia ha suscitado la duda sobre lo que es exactamente un tumor cancerígeno, cómo se detecta y qué significa.
¿Cuál es la diferencia entre un tumor y cáncer?
Lo primero que debemos saber es que no todos los tumores son cáncer. Entender la diferencia entre tumor y cáncer puede marcar la diferencia entre el miedo y la información. «Un tumor se define como una masa anormal de tejido que se forma cuando las células se multiplican sin control o no mueren cuando deberían. Los tumores pueden ser benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos)», explica la Clínica Mayo en su portal de consulta.
Un tumor benigno no es cáncer. Significa que la masa no invade tejidos cercanos ni se disemina a otras partes del cuerpo. En cambio, un tumor maligno sí es cáncer. Se considera que un tumor es malo cuando las células anormales tienen la capacidad de invadir tejidos sanos y propagarse a otros órganos a través de la sangre o el sistema linfático.
Por tanto, la diferencia entre tumor y cáncer está en el comportamiento de las células. Cáncer implica malignidad y potencial de metástasis; tumor puede ser cualquier masa, con o sin peligro. En el caso de Borja Sémper, ha aclarado que su tumor sí es cancerígeno y, por lo tanto, su diagnóstico es de cáncer.
Además debemos saber que los cánceres con tumores sólidos son aquellos que se forman como masas o bultos de tejido anormal en diferentes partes del cuerpo, a diferencia de los cánceres de la sangre, como la leucemia.
¿Qué pasa si tienes un tumor cancerígeno?
Recibir un diagnóstico de tumor maligno o cancerígeno significa que hay presencia de células cancerosas. La gravedad depende de varios factores:
- El tipo de cáncer (mama, pulmón, colon, piel, etc.)
- Su ubicación
- El tamaño
- Si ha hecho metástasis (se ha diseminado)
- Y el estado general de salud del paciente
En muchos casos, detectar un tumor cancerígeno a tiempo permite tratarlo con éxito. El tratamiento puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia o terapias dirigidas.
¿Un tumor maligno puede desaparecer?
Sí, con tratamiento adecuado, un tumor maligno puede reducirse o incluso desaparecer completamente. Esto se conoce como remisión completa. En algunos tipos de cáncer, como ciertos linfomas o leucemias, la remisión es muy posible. Sin embargo, en otros casos, el cáncer puede mantenerse bajo control durante años sin desaparecer del todo.
En cuanto a los síntomas de los tumores, ambos, benignos o malignos, puede generar dolor. Especialmente, si presionan nervios o estructuras cercanas, crecen demasiado o se inflaman. Sin embargo, los tumores no se deben tratar de «reventar» ni manipular sin control médico. Algunos pueden parecer bultos inofensivos bajo la piel (como lipomas o quistes sebáceos), pero otros pueden requerir estudios para descartar malignidad. En cualquier caso, el dolor nunca debe ignorarse.
¿Cómo se detecta un tumor?
Un tumor puede detectarse de muchas maneras, como la autoexploración (como en el caso de bultos en mamas o testículos) o los exámenes clínicos de rutina. También pueden encontrarse en pruebas de imagen como ecografías, radiografías, TAC o resonancias. Una biopsia será la manera de determinar si el tumor es benigno o maligno.
Además, existen síntomas de alerta que podrían estar asociados con distintos tipos de cáncer. Aunque cada enfermedad oncológica tiene síntomas propios, los signos generales que merecen atención médica son:
- Pérdida de peso inexplicable
- Fiebre persistente sin causa aparente
- Fatiga crónica
- Dolores inusuales y persistentes
- Bultos o masas que no desaparecen
- Sangrados inusuales (orina, heces, encías, etc.)
- Falta de apetito
- Sudores nocturnos
- Cambios en el aspecto de la piel o de las uñas
Estos síntomas no siempre indican cáncer y pueden responder a otras patologías más comunes, pero deben ser evaluados si persisten por más de unas semanas. En ese caso, es vital acudir a un profesional médico. En definitiva, tener un tumor no siempre significa tener cáncer, pero es fundamental determinar si es benigno o maligno. Si es cancerígeno, el diagnóstico precoz mejora notablemente las posibilidades de éxito en el tratamiento. Escuchar al cuerpo, conocer los síntomas y acudir a revisiones periódicas puede salvar vidas.