Hospitales

La solución para que todos los ingresados dispongan de luz solar

Un innovador diseño encuentra una alternativa al problema del acceso a la ventana en las habitaciones dobles

Habitación de hospital que permite la llegada de luz natural a ambos pacientes
Esta "habitación empática" consigue democratizar las prestaciones de la misma, pues ambas personas tienen una visión directa hacia la ventana y las vistasLa Razón

«Hace cinco años, una complicación de salud llevó a mi padre a pasar diez días hospitalizado. Al llegar al centro sanitario fue ingresado en una habitación doble, donde le asignaron la cama que estaba más alejada de la ventana. El diseño de este espacio era el que todos tenemos en nuestro imaginario: una sala rectangular con un baño y dos camas, cuyas cabeceras están ubicadas junto a una misma pared, paralelas a la ventana y con una cortina divisoria que separa la una de la otra. Como en ese momento no había otro paciente en la habitación, tuvimos el privilegio de gozar de un espacio amplio, con mucha luz natural y unas vistas espectaculares de toda Barcelona». Quien habla es Patricio Martínez, arquitecto y director de PMMT Forward Thinking Healthcare Architecture.

Pero, prosigue, a los pocos días llegó otro paciente a la habitación, que fue ubicado en la cama junto a la ventana «Tras instalarse, cerró completamente la cortina divisoria y la dejó así durante el resto de los días que mi padre pasó hospitalizado. Esto nos cambió el ánimo, pues el espacio en que nos encontrábamos se había reducido a la mitad, ya no teníamos acceso a la luz del sol ni tampoco a las bonitas vistas hacia el exterior. Habíamos pasado a estar, literalmente, atrapados entre una cortina opaca y una pared de baño».

En propias carnes

Fue esta experiencia –y también la insistencia de su madre– la que le hizo preguntarse, siendo arquitecto y con experiencia en el diseño y construcción de equipamientos sanitarios para más inri, cómo podía ser que aún no se hubiese pensado en una habitación doble donde ambos pacientes tuvieran acceso a la ventana.

Así que se puso manos a la obra, con la meta de crear un espacio que mejorara la experiencia del paciente que se encuentra en la cama interior de una habitación doble sin perjudicar la operativa médica. Y nació la llamada «habitación empática».

Se configura teniendo como base el modelo tradicional que es común en los principales centros hospitalarios y residencias para mayores, donde se rota una de las camas junto con su mobiliario auxiliar, sus conexiones de gases medicinales y su armario en 180°. De esta forma, los ocupantes quedan enfrentados, lo que les permite mirar hacia el exterior sin obstáculos, facilita su comunicación y proporciona un mayor distanciamiento en beneficio de su privacidad. (Ver gráfico)

Este modelo de habitación doble consigue así una democratización de las prestaciones de la misma, pues ambas personas tienen una visión directa hacia la ventana y las vistas, una mayor comodidad en la relación entre ellos, puesto que ahora se ven frontalmente y mediante las dos cortinas independientes tienen mayor control de su privacidad. «La definición de dos ámbitos en la habitación, uno para cada ocupante, potencia una mayor privacidad entre ellos y en la relación entre el médico y el paciente. Este no solo mejora la experiencia del paciente sino que también facilita los movimientos de los profesionales en el espacio» asegura el experto.

«Definimos que el nuevo diseño tendría la restricción de caber dentro de los mismos límites del modelo tradicional para poder implementarlo tanto en obra nueva como en rehabilitación arquitectónica. Ese fue el origen de la ‘‘habitación empática’’, un diseño innovador que da solución a las problemáticas que aquejan a todos los pacientes que deben permanecer en la cama interior de una habitación doble, y el cual ya ha sido implementado en el Nou Hospital Evangélico de Barcelona», cuenta Martínez.

La importancia del entorno

También Pedro Coelho, profesor de LCI Barcelona y jefe del Área de Diseño de Interiores de esta escuela catalana, destaca la importancia de entender que «los entornos en los que nos movemos influyen tanto física como psicológicamente en nosotros».

Una teoría que lleva años desarrollándose y que ha tenido diversas confirmaciones. La revista «Science» confirmó en los años 80 los beneficios de entornos vegetales en la salud de los pacientes. Y en el año 2020, por ejemplo, el Instituto de Salud Carlos III también determinó la influencia de la arquitectura en la salud de las personas.

Dentro de ella un aspecto clave es la iluminación. Y en concreto el desarrollo de la iluminación circadiana, que es aquella que se adecúa a los ritmos circadianos y que mantiene nuestro metabolismo bajo un correcto funcionamiento. Esta iluminación está en plena expansión y permite al paciente no desconectar del mundo real, sino seguir el avance natural de las 24 horas del día. De esta manera, al no alterar nuestro reloj biológico se evitan casos de estrés, depresión y hasta de patologías como la diabetes.

Además, según estudios como el de Beauchemin y Hays (1996), los pacientes que estuvieron en habitaciones de hospital con luz natural estuvieron una media de casi tres días menos ingresados.

Por todo ello, Coelho, quien es además licenciado en Diseño de Arquitectura y con un máster en Diseño y Espacio Público, pone de manifiesto la necesidad de crear este tipo de ambientes tanto en centros sanitarios como en otras tipologías «para sacar el máximo provecho a un mundo como el diseño de interiores, orientado habitualmente a un objetivo comercial, pero que también influye en nuestra salud».