Madrid 2020
¿Se puede creer en el COI?
El COI no ha sido generoso con la candidatura madrileña. Al contrario. No ha tenido en cuenta sus valores contrastados ni el apoyo casi unánime de la población española.
1 ¿Ha vuelto a sufrir Madrid el timo del tocomocho por parte del Comité Olímpico Internacional?
–El COI no ha sido generoso con la candidatura madrileña. Al contrario. No ha tenido en cuenta sus valores contrastados, el apoyo casi unánime de la población española, sus esfuerzos, nada, y la ha dejado en la estacada cuando más necesitaba su apoyo. Ganó Tokio, es lo que pensaban más allá de los Pirineos. Pues, bien, para este viaje no hacían falta tantas alforjas.
2 El corte de la señal de televisión en plena presentación de la candidatura, ¿accidente o boicot?
–Fatalidad. En Lausana la exposición de Madrid fue una obra de arte que trascendió más allá de lo imaginable y apostó de nuevo fuerte. Mas, consciente el equipo de Alejandro Blanco de que había que trabajar hasta el último minuto, en lugar de caer en la autocomplacencia se esmeró para sorprender al mundo y al COI el 7 de septiembre en Buenos Aires y conquistar así algún voto indeciso. Los sorprendidos fueron ellos. La ponencia turca
transcurrió sin pena ni gloria, sosa, sin garra, sin fe y ofensiva hacia quien creía su adversario principal: Madrid. No tuvo ningún espíritu olímpico. La de Tokio, en su línea: pragmática, metódica, tecnológicamente intachable, futurista, segura de su potencial económico y de su capacidad organizativa, pero sin deportistas reconocibles. No fue un boicot, insospechado en un país hermano como Argentina; ni siquiera Cristina se lo plantearía, como la expropiación de Repsol. Fue un accidente, una fatalidad de alcance incalculable; aunque en la gran sala del Hilton los «jueces» no perdieron detalle; pero no los apreciaron.
3 ¿Influyó el suceso en la decisión del COI?
–Todo es relativo. Después de la comparecencia de Madrid, los miembros del COI se retiraron a almorzar. Durante dos horas y dados los tiempos en que vivimos, tuvieron ocasión de contrastar opiniones a través de las redes sociales con el exterior. Podían preguntar a familiares y amigos su opinión sobre las tres exposiciones e inclinarse por una de ellas con más argumentos... «La de Madrid se ha cortado y hemos perdido el hilo. No sé que decirte...», responderían en menos de 140 caracteres. Una lástima porque la oferta madrileña iba a dejar pequeños a sus rivales. ¿Influyó? Nunca se sabrá. Lo que es seguro es que no benefició.
4 ¿Qué factores son importantes para los miembros del COI antes de votar?
–La asamblea del COI es un mundo, con estados asociados y repúblicas independientes. En teoría, se vota con rigor por el proyecto más sólido, el más realista, aquel que mejores notas ha obtenido en la fase de clasificación. Madrid, en este sentido, iba en cabeza, seguida a poca distancia por Tokio y a mucha por Estambul. Así quedó reflejado en el corte del 23 de mayo de 2012: primero, Madrid; segundo, Tokio; tercero, Estambul. Y los informes de la comisión de evaluación no arruinaron ninguna de las tres candidaturas ni las lanzaron al Olimpo. Más o menos la cuestión se zanjó como en mayo... Luego intervinieron circunstancias tangenciales, pero que cuentan. La crisis económica afectó a Madrid, como la decisión de la juez de la «operación Puerto», al no investigar las famosas bolsas de sangre e imponer sanciones irrisorias a los escasos culpables... Sin embargo, a medida que se acercaba el 7-S la inquietud se mudó de barrio y se instaló en las revueltas de Estambul, la frontera turca con Siria y la radioactividad latente de Fukoshima, a menos de 300 kilómetros de Tokio. O eso parecía. El COI no creyó en Madrid.
5 ¿En qué basaba la candidatura de la capital de España su ansiado éxito?
–Los informes técnicos previos la situaban en cabeza, en teoría tenía que ganar, pero ya sabemos lo que ocurrió con Londres y Río. El presidente Jacques Rogge descartó que la economía española fuera un problema. Caló el mensaje. Prueba superada. Mejor para Madrid. Ni Estambul ni Tokio pueden presumir de un elenco de deportistas tan extenso y exitoso como Madrid, lo cual es una garantía: el deporte es olimpismo. Ni siquiera ofrecieron apoyos de atletas extraordinarios en sus respectivas exposiciones, paupérrimas en ese capítulo. Todo ello, más la reacción casi unánime del COI, el 3 de julio pasado en Lausana, invitaba a presumir que el éxito, sin estar garantizado, rondaba cerca, pero...
6 ¿Perjudicaron las dos preguntas sobre dopaje?
–Las cuestiones sobre el dopaje se esperaban, como Tokio la de Fukushima. Lo que faltó, quizá, fue contundencia en la respuesta, habida cuenta que el daño que la «operación Puerto» había ocasionado al deporte español era irreparable. En la conferencia de prensa posterior a la presentación, volvieron a incidir en el asunto. Blanco, entonces sí, recordó que España es el sexto país que más controles antidopaje realiza en el mundo; insistió en la limpieza del deporte español porque nuestros deportistas cosechan tal cantidad de éxitos que se someten al control de las federaciones internacionales y en que la Ley Antidopaje aprobada en junio pasado es tal y como la WADA (Agencia Mundial Antidopaje) propone.
7 ¿Qué ha cambiado con respecto a las dos anteriores presentaciones de Madrid?
–El concepto, más ajustado a los tiempos que vivimos, la utilización de la red de alta velocidad para conectar las subsedes con Madrid, así como utilizar como instalaciones deportivas recintos como la Plaza de las Ventas para la competición de baloncesto, el Parque del Retiro y el ahorro considerable en instalaciones deportivas de difícil utilización tras la celebración de los Juegos Olímpicos. También es diferente el espíritu de la candidatura, eminentemente deportivo, como, supuestamente, le gusta al COI. Los avances han sido cuantiosos y rotundos, a pesar de las penurias económicas. Pero, a todas luces, insuficientes. ¿Qué más quieren?
8 ¿Hubo alguna sorpresa entre los ponentes españoles?
–La cadena inicial de los tres políticos podía haber resultado farragosa; pero Rajoy elevó el tono, González fue contundente y breve y la sorpresa agradable provino de Ana Botella, natural, inglés fluido, y relajada. El cierre con el Príncipe, de nuevo excepcional. Se dirigió a la asamblea como uno de los suyos; hizo el guiño a Grecia, el origen, con su madre, la Reina, y apoyó su discurso con una fotografía de las infantas Sofía y Leonor. No se puede poner un pero a ninguno de los ponentes que intervinieron en la presentación.
9 Entonces, ¿dónde estuvo el fallo?
–En el COI, que contraría sus reglas y «se vende» al que más dinero tiene. Fin del Madrid olímpico. Fin del romanticismo. Madrid quería iluminar el futuro y le han arrasado unos iluminados.
10 ¿Volverá Madrid a la carrera olímpica?
–Previsiblemente no en el corto y en el medio plazo. La herida está sangrando todavía y es demasiado pronto para dar una respuesta definitiva, pero el Comité Olímpico Español no se lo plantea y la autoridades aseguran que este no es el momento para hablar de ello. El Príncipe aseguró que a él no es a quien le compete tomar la decisión. Sería una lástima prescindir de un equipo que se puede considerar vencedor moral por todo lo que hay hecho con «cuatro euros». La candidatura de Madrid trabajó para ganar, pero el COI no entendió o no quiso entenderlo.
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