Solidaridad

Por qué no pedir una mascota por Reyes

El abandono, un problema en España: Hay que ser cuidadosos con los impulsos emocionales que predominan en estas fechas

Perro ambientado en Navidad
Perro ambientado en NavidadlarazonDreamstime

Con la llegada de los Reyes Magos, los más pequeños aprovechan para escribir en su lista de deseos una mascota. Según la Fundación Affinity, en estas fechas, casi el 60% de los animales que se regalan va destinado a los niños y, además, el 80% de los niños ha pedido un animal de compañía como regalo.

Y eso pese a que en estas fechas son numerosas las campañas que se realizan para que los Reyes Magos no traigan mascotas. Concretamente en Albacete, bajo el lema «No regales abandono», la Guardia Civil ha realizado una campaña a través de las redes sociales en la que recuerda que «la gran mayoría de animales que se regalan en Navidad termina en las calles antes de abril». Una iniciativa a la que desde la protectora de animales El Arca de Noé han mostrado su apoyo: «Nos parece muy buena idea. Nosotros desde hace años no damos cachorros en adopción en esta época del año, porque no queremos que los animales sean considerados un regalo, porque son seres vivos y los seres vivos no se deben ni comprar, ni regalar».

Pese a que cada vez exista mayor conciencia sobre la adopción, en preferencia frente a la compra de mascotas, es importante que el planteamiento de acoger a un perro o gato parta de una decisión meditada, consensuada y responsable. Es decir, considerar seriamente si se dispone del tiempo necesario, así como la predisposición, pues estar al cargo de un ser vivo requiere de una modificación y sacrificio del estilo de vida por parte de quien será el dueño o los dueños del nuevo miembro de la familia (además de muchos beneficios).

Un estudio del último año realizado por la Fundación Affinity revela que el abandono constituye el principal problema de bienestar de los animales de compañía en España. 17 de cada 1.000 perros y 10 de cada 1.000 gatos llegaron a refugios y protectoras y, de éstos, alrededor del 40% de los que llegan es posteriormente adoptado. Una cifra que la Fundación Afinitty indica estar estancada durante los últimos cinco años. Aun así, se dan casos (muy pocos) en los que los animales recogidos se han perdido y no han sido abandonados de manera voluntaria. Para ello, el microchip es una de las estrategias más efectivas para identificar correctamente a los animales.

Además, la fundación indica que los animales que llegan a las protectoras y refugios de tamaño mediano y grande representan un número mayor (un 62% son de edad adulta) que los cachorros pero que, por el contrario, a la hora de ser adoptados, son los cachorros los más demandados.

Los datos aportados por Affinity señalan que, una vez las mascotas son recogidas, un 43% son adoptadas, un 18% devueltas (en parte gracias al microchip), un 8% fallecidas, un 2% sacrificadas y un 13% son cedidas a otras entidades como casas de acogida o reubicados en colonias en el caso de los gatos.

Asimismo cabe destacar que el abandono animal está estrechamente relacionado con aquellos que son mestizos, un 80% del total, y con aquellos que no gozan de una salud plena, pues un 35% llegan con signos de heridas o enfermos.

Los principales motivos de abandono responden, en orden de mayor a menor, a camadas no deseadas, al fin de temporadas de caza, a un comportamiento indeseado, el comportamiento problemático del animal, factores económicos (10,7%), la pérdida de interés por el animal (9,8%) y, por último, a los cambios de domicilio (8,9%).

Desde la fundación lanzan un mensaje a la ciudadanía en el que señalan la importancia de la educación para el cuidado responsable de los animales de compañía como un pilar fundamental para prevenir el abandono a medio y largo plazo. En especial ofrecen cinco claves para evitar el abandono: reflexionar y meditar antes de incorporar un animal de compañía en la familia; esterilizar para no tener crías que no se puedan mantener en el futuro; identificar mediante microchip para recuperarlo si se pierde; educar para mejorar su comportamiento, y adoptar para darles un hogar.