Los olvidados del coronavirus: nadie acude a las cárceles para hacer las pruebas a los 8 posibles afectados

El interno de origen italiano que desde hace un par de días presentaba sintomatología clara de estar afectado por el virus Covid-19 y su compañero de celda de origen albanés, continúan en aislamiento en el módulo habilitado para ello de la cárcel de Soto del Real. “Hemos llamado al teléfono habilitado y nos han dado las gracias por avisar pero de momento no van a subir a hacerles las pruebas”, sostiene un funcionario. En peor situación están incluso en la prisión de Aranjuez, donde hay dos internas y tres niños con posible contagio tras tener contacto con la trabajadora del jardín de infancia que ya ha dado positivo en Covid-19 y nadie ha ido a hacerles la prueba desde la semana pasada. En el centro penitenciario de Herrera de la Mancha ya hay otro interno con posible contagio tras haber tenido una comunicación son su madre hace unos días y estar ahora la mujer ingresada en el hospital de Tomelloso por el virus.

Agresiones a funcionarios por suspender los vis a vis

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ordenó el martes una serie de medidas restrictivas para contener la propagación del coronavirus Covid-19. En todos los centros penitenciarios de la Comunidad de Madrid y en las prisiones de Álava y La Rioja se han suspendido todas las comunicaciones familiares, de convivencia e íntimas y solo se permitirán las que se producen a través de locutorio, separados por una mampara de cristal. Los letrados solo podrán entrevistarse con sus agentes de esta forma.

La comunicación de esta noticia a los internos provocó ayer dos agresiones a funcionarios en las prisiones de Fontcalent (Valencia) y Valdemoro.

En esta línea,de contención para evitar la propagación del Covid-19 solo permitirán en acceso a los centros al personal laboral o el extra penitenciario “cuya labor sea imprescindible” y quedan excluidas las entradas de voluntariado de ONG. También han quedado suspendidas todas las programadas.

Sin embargo, como medida excepcional, ayer se acordó la ampliación de las llamadas telefónicas semanales que tienen autorizadas los internos, pasando de las 10 semanales de las que actualmente disfrutaban a quince o de ocho a doce llamadas, cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 51 de la L. O. G. P y del artículo 43 del Régimen Penitenciario se haya acordado la intervención e comunicaciones. Según el documento remitido hoy a las prisiones por parte de director general de Ejecución Penal y Reinserción Social, Javier Nistal, al que ha tenido acceso este diario, la medida tiene carácter “excepcional y temporal atendiendo a la evolución de la situación epidemiológica”.

Pese a las comunicaciones oficiales, los funcionarios vuelven a sentirse abandonados tanto por la falta de material para evitar contagios como por la tardanza para confirmar posibles casos en prisión.