Coronavirus
Así evolucionará la pandemia y atacará a los grupos de menos riesgo
En Corea se advierte la gran incidencia en los jóvenes, especialmente de 20 a 29 años, lo que indica que pueden ser importantes transmisores de la enfermedad, sobre todo, por su mayor grado de movilidad
El 14 de marzo el Gobierno declaró por Real Decreto el Estado de Alarma frente a la Emergencia Sanitaria producida por la Pandemia asociada a la Infección por SarsCov2. Qué se puede esperar de esta situación requiere agarrarse a toda la evidencia contrastada hasta la fecha publicada que podríamos sistematizar de esta manera.
En primer lugar es importante que ya todas las Comunidades Autónomas asuman que esta situación que está tocando de lleno a Madrid y País vasco puede ocurrir y va a ocurrir en todas ellas, hasta que se demuestre lo contrario. Y tiene dos frentes: el primero, acompañado por la decisión del Gobierno, que cale y se cumpla el Plan de contención (mitigación más bien) con el aislamiento social de todos y cada uno de nosotros. Este es el factor crítico. Y el segundo, mientras se comprueba, esperemos que pronto, la efectividad de esta estrategia, asegurar con mentalidad, organización y procedimientos de atención a una catástrofe biológica, no solo al sistema sanitario, sino al conjunto de la sociedad. Eso implica un movimiento de solidaridad importante, organización y un sistema de protección adecuado a la atención de la población más desprotegida y vulnerable, para asegurar su aislamiento en condiciones viables.
En tercer lugar, ir modulando por parte del Gobierno la efectividad de la normativa ya vigente, para reforzar esta idea en la medida de lo posible. Recordemos que en China a día de hoy se producen menos de 5 casos positivos al día. Y lo implementaron con una tasa de contagios de 400 al día el 23 de enero. No nos cansaremos de exigir, ahora ya también en el contexto de la nueva normativa, que se garantice la seguridad de todo el personal sanitario expuesto en la atención de esta epidemia. En las series chinas, el 5% de los infecciones ocurrió en los profesionales, siendo la incidencia grave en el 15% de ellos. Y, posiblemente, esta incidencia fue baja por los precedentes. En la epidemia del SARS en China de 2003 el 20% de los afectados eran sanitarios. Muy probablemente esta incidencia es mucho menor por las medidas de protección adoptadas ante la epidemia actual.
Junto a todo ello, profundizar en el análisis de las series publicadas, y la española, por desgracia ya muy abundante, para tratar de discernir el riesgo ponderado de cada grupo de población y delimitar los posibles riesgos un poco más allá de grandes grupos poblacionales, que puedan tener implicación en las medidas organizativas que se van implementando. La investigación es una tarea trascendente en este tema, como lo es siempre. El porcentaje de mortalidad es del 2’3%, pero el riesgo de muerte en menores de 9 años es casi nulo. En el otro extremo, la mortalidad es el 14% en pacientes mayores de 80 años. Los casos críticos, que suponían en la serie china menos del 5% tenían una mortalidad del casi 50%. La mayoría de muertes tuvieron lugar en personas mayores con comorbilidades. Si tenemos en cuenta comorbilidades, la enfermedad cardiovascular supone más de un 10% de riesgo, la Diabetes un 7%, más del 6% la enfermedad pulmonar y la hipertensión arterial, y casi un 6% padecer un tumor.
La incidencia en la población menor de 10 años es menor del 1% y eso es común a todos los países. Este parámetro deja de ser válido a partir de esta edad, ya que existen importantes diferencias en la realización de test de PCR del virus entre países. En Corea se realizan en gran número y se advierte la gran incidencia en personas jóvenes, especialmente de 20 a 29 años, lo que indica que pueden ser importantes transmisores de la enfermedad, por su mayor grado de movilidad, independientemente de la escasa incidencia de formas graves que puedan presentar.
Por eso, en términos de utilidad, el análisis es mejor enfocarlo en porcentaje de afectaciones graves o críticas en función de grupos de edad. Hoy por hoy lo publicado nos habla de una media de edad en pacientes hospitalizados de entre 49 y 56 años. En un trabajo del Chinese Center for Disease Control and Prevention con aproximadamente 44.500 infecciones confirmadas el 87 por ciento de los diagnósticos tenían entre 30 y 79 años. La edad avanzada se asoció más a un incremento de mortalidad con una mortalidad del 8 al 15% por ciento entre aquellos pacientes de entre 70 y 79 años y mayores de 80, respectivamente. Existe escasa o ninguna información de la afectación de este virus sobre mujeres embarazadas, hasta la actualidad. Parece razonable y debe hacerse separar a este grupo de población de potenciales focos de infección, en diferentes estamentos o profesiones. Por último, no por abundantemente dicho, debemos insistir, mientras no llegue la ansiada vacuna, en la capital importancia de reducir el riesgo de transmisión. Para esto es fundamental las actitudes personales y hacer efectiva el aislamiento, ahora decretado por el Gobierno. #15díaspara, #QuédateEnCasa.
La
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