Coronavirus
Estefanía Sánchez, farmacéutica: “Tenemos mucho desabastecimiento en varios productos”
Las farmacias dispensan cantidades inusuales de ibuprofeno, paracetamol y termómetros, aunque el pico de demanda fue la pasada semana
18 de marzo. Seis de la tarde. El sol que luce tímido deja entrever la antesala de la primavera que ya es casi una realidad. En una situación normal, con los casi 20 grados de temperatura que marcan los termómetros, las terrazas estarían a rebosar, e incluso habría colas para conseguir una mesa. Ahora, esa estampa parece de otro mundo. Nos vamos a conformar con ver el cambio de estación a través de la ventana. Los bares permanecen cerrados a cal y canto y apenas se ven un par de personas compartiendo la misma calle. Las que salen lo hacen o para ir a trabajar, para dar un tímido paseo con su mascota o para acercarse corriendo al supermercado a la farmacia. Los que trabajan en estas últimas están adquiriendo un papel vital en estos tiempos de incertidumbre y crisis sanitaria.
«Nuestro papel es intentar tranquilizar a la gente en la medida de lo posible. Estamos aquí para lo que necesiten». Así lo asegura Estefanía Sánchez, farmacéutica. Ella es una de esas que no puede quedarse en casa en estos días de confinamiento. Sin embargo, aunque su rutina laboral no se haya visto tan alterada como la de los que están teletrabajando desde hace días, eso no quiere decir que no le haya repercutido la crisis que ha generado el brote de Covid-19. «En las farmacias el coronavirus está haciendo estragos, pero supongo que como en todos los sitios», dice en una conversación con LA RAZÓN.
El aumento de trabajo que han notado en su establecimiento alcanzó su pico la semana pasada, justo antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase la puesta en marcha del estado de alarma y con él empezase la obligación de permanecer en casa. «El pasado lunes ya empezó a ponerse la cosa seria. Hubo muchísima gente, mucha más de lo habitual», explica. Pero, pese a que las farmacias son una de las contadas excepciones en la lista de establecimientos que pueden permanecer abiertos, el volumen de trabajo ha descendido a la par que ha aumentado la reclusión. «Esta semana se ha notado la cuarentena y que la gente solo sale de casa para lo imprescindible», reconoce Estefanía.
Pero, ¿qué es lo que más piden los que acuden a hacer cola en las farmacias? Sin duda, ibuprofeno, paracetamol y termómetros. En la población ha calado hondo el mensaje de que uno de los principales síntomas del coronavirus es la fiebre y quieren detectarla lo antes posible. «Esos son los productos que tuvieron un repunte destacado, y también sus equivalentes en pediátrico», añade Estefanía.
Esto ha generado que empiecen a despuntar los primeros problemas de desabastecimiento: «Tenemos mucho. Es verdad que en medicamentos concretos de tratamientos crónicos no tanto, pero sí en lo que más está demandando la gente. Los termómetros también nos los mandan contados». Las mascarillas, los guantes, los geles hidroalcohólicos y los alcoholes merecen un capítulo aparte: «Llevamos muchísimo sin recibirlos», reconoce esta farmacéutica.
Estas medidas de protección también han generado muchas dudas entre los usuarios, y así se las han transmitido a los responsables de sus farmacias de confianza. En los últimos días, de manera telefónica. «Nos llaman preguntando si tenemos algún producto en concreto, o simplemente para saber si estamos abiertos. También si vamos a cerrar», dice. Sobre mascarillas, guantes o alcoholes, a los clientes les interesa saber si existe alguna alternativa dado que es casi imposible hacerse con ellos. Pero, de momento, lo único que queda es seguir la recomendación número uno de la OMS y de las autoridades sanitarias: lavarse las manos a conciencia y con frecuencia.
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