Haciendo Historia

La actual experiencia que vivimos es una ocasión muy propicia para preguntarnos si, el estar centrados en los detalles, no nos provocará perder la visión de conjunto, de manera que «los árboles nos impidan ver el bosque». Dentro de la singularidad humana, por la que cada vida y cada persona son únicas e irrepetibles, todos estamos compartiendo ahora algo en común: estamos viviendo una experiencia que, sin duda, ocupará un capítulo propio y dramático en la Historia.

Porque, con la también singularidad de cada país, en Europa no se había vivido una calamidad así desde la última Guerra Mundial, y en España desde la Guerra Civil. Al igual que las contiendas, las epidemias y las catástrofes naturales eran consideradas una «normalidad histórica» que formaron parte de la vida de todas las generaciones. Ahora los «niños de la guerra» han sido diezmados y somos otros los que asumimos el relevo.

Éramos unos afortunados y privilegiados, aunque quizás no fuéramos conscientes de ello. En este momento, estamos «haciendo Historia» conjuntamente. Unos en primera línea, con ejemplares testimonios de generosa entrega a los demás, y otros –como en toda guerra– en la retaguardia, o desempeñando misiones menos arriesgadas, pero igualmente precisas.

Cuando todo esto pase –que pasará– afrontaremos otra pandemia que no matará el cuerpo, pero también será profundamente dolorosa. Que esta común experiencia nos haga más fuertes y solidarios para hacerle frente: cada uno de nosotros somos y seremos necesarios, ahora y siempre.