Entrevista

Juan José Badiola: «No entiendo que no acepten la colaboración de los veterinarios en la gestión de la pandemia»

El investigador se muestra partidario de que se utilice a estos profesionales para vacunar contra la Covid-19

Desde el comienzo de la pandemia de coronavirus los veterinarios han demandado que se les tenga en cuenta en todo lo que sea necesario para luchar contra la enfermedad, aunque sus reivindicaciones hasta el momento no han sido escuchadas. Ahora mismo, serían un colectivo muy valioso para ayudar a la administración de las vacunas contra la Covid-19.

Ninguna profesión sanitaria tiene tanta experiencia en vacunación como la veterinaria, acostumbrada a poner millones de vacunas anuales a los animales. Éstos tiene una anatomía y fisiología tan parecida a la de los seres humanos que es una práctica habitual que se utilicen modelos animales para el estudio, evaluación y aplicación de los medicamentos y productos sanitarios de las personas.

Hablamos con Juan José Badiola, veterinario, investigador y director del Centro de Encefalopatías y Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza para que nos dé su opinión sobre este asunto.

– ¿Qué pueden ofrecer los veterinarios en el proceso de vacunación y, en general, en el manejo de la pandemia?

– Lo que pueden ofrecer es una larga experiencia, llevada a cabo durante toda su vida profesional, dedicada a prevenir enfermedades animales a través de campañas de vacunación. Hay que decir que normalmente son campañas masivas. Los veterinarios estoy seguro de que no desean ejercer una competencia desleal hacia otra profesiones sanitarias, en absoluto. Lo único que estaríamos dispuestos sería a ofrecer nuestra colaboración en determinadas circunstancias, si ello fuera necesario, por una situación de urgencia, y no todos, quizá unos centenares de veterinarios podrían estar dispuestos a cumplir con ese papel. Por lo demás nosotros ya hemos ofrecido nuestra colaboración en distintos momentos desde que comenzó la pandemia, y que no entiendo muy bien porqué esa proposición no ha sido aceptada.

– ¿Por qué cree que no se ha tenido en cuenta a la profesión veterinaria en este momento?

– Para mí, sinceramente, es muy difícil de entender. Que en esta pandemia provocada por un coronavirus, que es un patógeno de origen animal, no se haya contado con la participación de unos profesionales que tienen una sólida formación universitaria en los diversos patógenos que afectan a los seres vivos: virus, bacterias, parásitos, hongos, etc. Además, cuentan con una gran experiencia en la prevención y lucha frente a epidemias provocadas por alguno de estos patógenos. Y por último, hay un número importante de profesionales que son especialistas en Salud Pública. Y de hecho, así se demuestra cuando se ven las plantillas de las consejerías de salud de todas las comunidades autónomas, donde se ve que una parte importante de los profesionales que hay allí son veterinarios. ¿Y por qué? Porque somos, quizá alguna gente no lo sabe o se le olvida, una de las profesiones sanitarias que están registradas o así consideradas en todas las leyes españolas del ámbito de la salud.

– ¿Podrían administrarse las vacunas frente a la Covid-19 en las clínicas veterinarias?

– Por su supuesto que sí, ya que son espacios que tienen características muy similares a cualquier otro centro de salud de la especie humana. Centros de salud y por supuesto hospitales, poque no hay que olvidar que allí se hacen operaciones de animales que requieren las mismas condiciones de asepsia que se requieren para un paciente humano. Por lo tanto, está claro que las clínicas tienen esa posibilidad. Y me gustaría recordar algo importante y que quizá no se sepa, que las clínicas veterinarias están consideradas en la Ley de Salud Pública, como centros colaboradores para la especie humana. Es decir, se entiende que si tienen eso es que las condiciones en ellas serán las mismas o muy parecidas.

– ¿Las clínicas podrían responder con solvencia ante los requisitos logísticos que plantea la vacuna de Pfizer?

– Diría que sí, puesto que lo que se requiere simplemente para la vacunación durante una semana es disponer de una nevera a menos 20 grados, y eso cualquier clínica veterinaria la tiene.