El viacrucis del Vaticano, en manos de 500 niños

Por segundo año consecutivo, el viacrucis que celebran los papas en el Coliseo, se traslada a la Plaza de San Pedro. En una soledad casi absoluta. El repunte de contagios en Italia obliga al cierre del Vaticano y a la ausencia de fieles. Si el año pasado, quienes luchaban en primera línea contra la pandemia quienes acompañaron al Papa llevando la cruz de Cristo, en esta ocasión serán niños.

Francisco ha fichado a unos 500 menores italianos para preparar las catorce estaciones en las que se repasan las últimas horas de vida del hijo de Dios. Por un lado, los chavales de primera comunión y confirmación de la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda, que es conocida en la capital por su experiencia de catequesis con personas con discapacidad. Por otro, el grupo scout Agesci ‘Foligno I’ de Umbría. Junto ellos, también participarán los jóvenes de dos casada de acogida, que han sido los encargados de realizar los dibujos que se verán proyectados durante la celebración.

Todo, a partir de las reflexiones de unos y otros sobre qué significa para ellos la cruz y cómo la viven en su día a día. Así, el Viernes Santo se podrán escuchar las voces de niños que viven preocupados porque sus padres se pelean, porque sus amigos tienen problemas, porque se sientes fracasados por no estar a la altura en los exámenes… También se incluirá el testimonio de menores que han sufrido en primera persona las consecuencias del coronavirus. Y es que, entre los niños que han aportado su testimonio se incluyen víctimas de maltrato, migrante y sin techo.