Xavier Novell: la renuncia sorpresa del obispo más independentista

Desde ayer a mediodía Solsona se ha sumado a la lista de diócesis españolas sin obispo. El Papa aceptaba la renuncia de Xavier Novell. El anuncio cogió por sorpresa a unos y a otros en un agosto en el que se habían frenado en seco los nombramientos que se venían acelerando para cubrir las vacantes de mitra, ya sea por jubilación o fallecimiento.

Novell fue ubicado en el disparadero mediático cuando nombrado en su momento como el obispo más joven de España, con 41 años, y por méritos propios se colocó en el centro de la diana por su respaldo sin fisuras al independentismo catalán. Ahora este ingeniero agrícola nacido en la pedanía leridana de Montfalcó d’Agramunt deja su cargo cuando estaba a punto de cumplir una década como pastor, un descalabro inédito teniendo en cuenta que Solsona es diócesis de entrenamiento para dar el salto a otras plazas de renombre-allí comenzó el cardenal Tarancón- y que la jubilación episcopal está marcada a los 75. Tal y como recoge el comunicado oficial, el obispo habría tomado la decisión «después de un período de reflexión, de discernimiento y de oración, al término del cual ha espontáneamente presentado al Santo Padre su propia situación y su dimisión al gobierno pastoral».

Tal y como se subraya también en el documento, el paso a un lado lo habría dado «libremente», atendiendo a «razones estrictamente personales, en conformidad a cuanto se contempla en el canon 401.2 del Código de Derecho Canónico». Así, en ese punto la norma vaticana explicita que «se ruega encarecidamente al obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo». Descartada cualquier dolencia significativa, queda en el aire esa «causa grave» que ha propiciado el cese.

La fórmula de la renuncia no suele ser, ni mucho menos, una práctica habitual de la Santa Sede, reticente a apear de sus responsabilidades a un obispo, aun cuando éste lo solicite. Sin embargo, se trata de la segunda vez en poco más de dos años que se da en nuestro país. El precedente está en el que fuera obispo de Ciudad Rodrigo, Raúl Berzosa. En su caso, tras un tiempo de retiro conventual, una experiencia misionera en Colombia y de trabajo precisamente en la Congregación de los Obispos en Roma –el Ministerio del que dependen estas decisiones–, el pasado octubre se instaló en República Dominicana entregado a la pastoral en la Arquidiócesis de Santo Domingo.

«Ni versión oficial ni oficiosa», expresan fuentes de la Casa de la Iglesia sobre la dimisión de Novell más allá de esos motivos «estrictamente personales» y de sus pespuntes biográficos. Con su respaldo más que explícito referéndum ilegal del 1 de octubre, exhibiendo su participación como votante, se erigió como abanderado de la autodeterminación y custodio de los políticos presos. Según ha confirmado LA RAZÓN, ante este posicionamiento público recibió el correspondiente apercibimiento. El tirón de orejas le llevó a situarse en un segundo plano y rebajar el tono que tan solo rompió en enero con una glosa dominical en la que invitaba a los democristianos a presentarse en solitario a las elecciones catalanas, al considerar que ni PSC ni ERC defienden ya los postulados de los católicos.

El prelado también ha logrado viralizar otros escritos calificando el aborto como el «genocidio más grave y terrible» o vinculando la homosexualidad con la ausencia de figura paterna,