Relaciones

Cómo romper con tu pareja para que duela lo menos posible

Si estas pensando en dejar a tu pareja, te damos algunos consejos para que la situación sea lo menos traumática para ambas partes

Ruptura de pareja
Ruptura de parejaLa Razón

Solo los más afortunados pueden presumir de no haber tenido una ruptura dolorosa, para el resto de los mortales, esta situación puede ser uno de los momentos más duros de la vida. Es una decisión importante y no debemos tomárnosla a la ligera, debemos sopesar muy bien los pros y los contras, para no arrepentirnos en un futuro y para no hacer (si cabe) más daño tanto a la otra persona, como a ti mismo.

Si estas pensando en dejar a tu pareja, te damos algunos consejos para que la situación se pueda sobrellevar de la manera más sana posible para ambas partes:

Asegúrate de que quieres dar el paso

Las personas no se desechan. Recuerda que ninguna relación puede funcionar sin invertir mucho trabajo en que funcione. Antes de precipitarte y tomar una decisión de la que puedas llegar a arrepentirte, evalúa de una forma prudente los pros y los contras.

Pregúntate si esos contras son realmente tan graves y si es posible que, con tiempo y paciencia, sea posible amoldarte a su carácter (y viceversa). Pero sobre todo, cuestiónate si te compensa perder a una persona que ha sido tan importante en tu vida.

Hay muchos motivos para romper una pareja. Pero no todos los problemas de tu relación van a ser lo suficientemente poderosos como para que no compense todo lo bueno. Recuerda que todas las parejas tienen problemas. Si no lo tienes claro y sospechas que todavía hay posibilidades de arreglarlo, quizás sea el momento de sincerarte con tu pareja y buscar una solución, o simplemente, de tomarte un tiempo para decidirlo.

Pero si has tomado la decisión, apégate a ella y no cometas el error de caer en promesas vacías.

La verdad por delante

Dejar algo sin decir será dañino para ti, y para él o para ella. No hay mejor terapia que la verdad. Si tu pareja tiene un problema que ha provocado que decidas alejarte, es importante que lo sepa. Así quizás (y solo quizás) pueda solucionarlo y evitar que le dé problemas en el futuro.

Además, omitir las causas de una decisión tan importante, porque es incómodo o doloroso comunicarlas, puede jugar en tu contra. No es bueno guardarse nada. Si hay una verdad que no ha salido a la luz, antes o después, encontrará su momento para salir.

No caigas en discusiones

Debes elegir el momento de dar el paso. Cuánta más serena sea la conversación, más posibilidades habrá de que el mensaje quede asentado y que los dos podáis comenzar a superar la ruptura. Puede que pienses que la tensión de una discusión podría ayudarte a dar el paso, pero es posible que cometas un error o que entres en un estado de ánimo que te impida comunicar con honestidad tus sentimientos.

Sé consecuente, no sois amigos

No existe tal cosa como un amigo/a que además es tu ex (al menos no al principio).

Mantener una relación de amistad con tu ex pareja implica compartir emociones. Y eso impedirá que ambos podáis comenzar a asumir correctamente la pérdida. Incluso en las conversaciones banales y sin importancia, hay emoción. Por ese motivo, deberías cuidarte de utilizar tópicos como “podemos ser amigos”.

Aunque no hayáis mantenido una relación especialmente larga o intensa, los sentimientos están ahí y es posible que afloren en un momento de debilidad emocional. Cuando hayas puesto fin a tu relación, sé consecuente. Ya habrá tiempo en el futuro de volver a retomar el contacto.

Busca apoyo en tus seres queridos

Guardarte las cosas nunca es la solución. Desahogarte con tu familia o con tus amigos te ayudará a sobrellevar una situación tan dolorosa. Es posible que incluso quieras reconectar con aquellas personas a las que has descuidado durante este tiempo. Si traen algo positivo con ellas, son bienvenidas.

Es normal sentir la tentación de buscar una nueva relación amorosa, nada más haber acabado con la actual. Puede que incluso ya hayas conocido a alguien y quieras darle una oportunidad, pero eso no es una buena solución hasta que no hayas superado completamente la ruptura. Antes de volver a aventurarte en un nuevo compromiso, es necesario que vuelvas a encontrarte a ti mismo/a.

No hay mal que por bien no venga

Una crisis como esta, puede ser un buen momento para reinventarse y para cambiar todo aquello que has estado haciendo mal. Imponte nuevas rutinas y sal de tu zona de confort. Busca nuevas cosas que aprender y nuevas experiencias que vivir. Quizás sea el momento de retomar aquello que abandonaste hace tanto tiempo y que te tan hacía feliz.

Asume tu responsabilidad y aprende la lección

Puede que tu pareja haya tomado malas decisiones que hayan derivado en esta ruptura. Pero fuiste tú quien eligió a esa persona, fuiste tú quien decidió apostar por ella, y fuiste tú quien decidió la ruptura; y durante todo el proceso, es posible que cometieras errores. Requiere coraje afrontar nuestros fallos con honestidad, pero debemos hacerlo si queremos evitar cometer los mismos errores en el futuro.